Licencias significan una vida mejor para miles de indocumentados

LOS ANGELES, Estados Unidos, mar. 4, 2015.- La vida es mejor, más sencilla, para los más de 120.000 indocumentados que han recibido una licencia de conducir en California desde que entró en vigor el pasado 1 de enero la ley AB60, que les permite manejar un vehículo sin temor a ser detenidos e, incluso, deportados.

“Ya ando manejando seguro y sin miedo de que me pare la policía, y si algún día me llegan a parar, pues con la licencia me evito muchos problemas”, declaró Hugo Jorge López, un mexicano que lleva cerca de 14 años viviendo en Estados Unidos.

Este inmigrante indocumentado logró recientemente aprobar sus exámenes de permiso de manejo y, como trabaja en la construcción de exhibiciones para museos y decoraciones con rocas, un vehículo es esencial para su función.

William García, quien trabaja en mecánica, hizo el examen escrito el 6 enero y aprobó el práctico 15 días después.

“Le voy a decir algo que me parece que es clave: al tener la licencia uno es más respetado por las autoridades, y ese respeto es un gran beneficio”, dijo García.

A este mecánico el tener licencia le permite vivir más tranquilo, pues “cuando uno arregla un carro tiene que salir a las calles a probarlo”, y ya no tendrá el riesgo de que le decomisen el vehículo como le pasó anteriormente en un par de ocasiones.

“Uno lo saqué (del sitio del decomiso) y me tocó pagar 1.300 dólares y el otro lo perdí”, relató García, quien aseguró que se siente “feliz y satisfecho con el esfuerzo y el trabajo de lograr la licencia”.

Aunque uno lleve años manejando, no es fácil lograr la licencia, según López, que, sin embargo, apuntó que si “uno se prepara y lee el libro” se puede lograr sin problemas, y para ello él apostó por las nuevas tecnologías y se descargó la aplicación del DMV para estudiar en su tableta.

“En esa aplicación hay instrucciones de cómo hacer el examen y además tomé una clase en CHIRLA (Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles, en inglés)”.

Según el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV, en inglés) de California, hasta el 20 febrero la entidad había administrado más de 671.000 exámenes de manejo, tanto teóricos como prácticos, y entregado más de 120.000 licencias a indocumentados.

A María Galván, una activista comunitaria que lleva más de una década conduciendo sin licencia, el tener el permiso legal no sólo la libra del miedo de una detención sino que también le facilita colaborar con el transporte de otras personas.

Galván tiene dos hijas que estudian en un colegio comunitario pero que todavía recuerdan cuando la policía les quitó el vehículo después de una detención.

“El patrullero nos bajó (del auto) bajo la lluvia y mis hijas, que en ese tiempo tenían 10 y 8 años, quedaron con ese miedo cada vez que veían a la policía”, recordó Galván.

También se siente satisfecha de haber estudiado las normas de tránsito y animó a otras personas a que obtengan su licencia aunque lleven ya muchos años manejando un vehículo: “Al conocer las leyes uno se siente mucho más seguro”.

Para Jorge Mario Cabrera, director de comunicaciones de CHIRLA, es muy importante que la gente pueda “ampararse con este beneficio” por el que “clamaron durante más de quince años”.

Al destacar que menos del 10 % de los posibles beneficiarios han obtenido la licencia, Cabrera urgió a los indocumentados a que “dejen de lado el temor de presentarse ante una oficina del DMV y obtengan su licencia de conducción”.

“Hasta este momento, que nosotros sepamos, nadie ha sido arrestado en una oficina del DMV al tratar de obtener una licencia de conducción”, destacó el activista.