Ciudad de California se declara refugio de indocumentados

LOS ÁNGELES, Estados Unidos, ene. 06, 2014.- Al tiempo que una iglesia en Oakland, California, reafirmó su declaración como santuario de inmigrantes, una ciudad del condado Los Ángeles espera declararse hoy a su vez santuario de indocumentados para ayudar a los menores inmigrantes que llegaron recientemente al país sin la compañía de sus padres.

La Primera Iglesia Presbiteriana Hispana en el Este de Oakland y con ocasión de las fiestas navideñas y de fin de año reafirmó su compromiso de ayuda a los indocumentados al declarase “santuario”.

El pastor Pedro Morataya, aclaró que la declaración del templo como santuario para los indocumentados forma parte de la misión de la Iglesia de “predicar el evangelio con el propósito de servir con amor a la comunidad y proclamar que Cristo es El Salvador y señor del mundo”.

En la representación de las “posadas” de Navidad, una familia hondureña – que simbolizaba a los inmigrantes – pidió asilo en diferentes lugares, cosa que le fue negada hasta que tocó las puertas de la iglesia, donde fueron acogidos.

Sin embargo, según explicó a Efe el reverendo Morataya, la situación representada en la celebración navideña no es diferente de la realidad diaria que viven muchos inmigrantes que todavía siguen llegando al país.

Así, junto a los esfuerzos del pastor, otras iglesias del área como la Iglesia Presbiteriana San Juan en Berkeley, se unieron a la ayuda ofreciendo albergue para los niños sin acompañantes que llegaron al país huyendo de la violencia en Centroamérica.

Cuando el pastor Morataya contactó al reverendo Max Lynn de la Iglesia San Juan pidiéndole ayuda para recibir a los indocumentados, el apoyo no se hizo esperar de esa iglesia que en 1982 fue una de las que ofreció asilo a las familias centroamericanas que habían huido de la guerra en sus países.

Aunque, 30 años después, las circunstancias son diferentes, la realidad es la misma, señaló a Efe Víctor Menéndez, miembro del Grupo de Investigación y Ayuda de Centroamericanos Exiliados, una organización no lucrativa que apoya estos casos.

“Ya no es una guerra civil declarada pero es la violencia continua y los ataques permanentes de las pandillas contra los jóvenes y las familias”, aseguró.

El investigador explicó que la extorsión de las pandillas a los dueños de pequeños negocios es diaria, así como la persecución contra los jóvenes que se niegan a formar parte de sus grupos.

Una motivación similar, llevó a que el alcalde de Cudahay, una ciudad con más de 94 % de habitantes hispanos al sureste de Los Ángeles, promoviera una ordenanza, que se espera sea aprobada esta noche por el Consejo, declarando a la ciudad como santuario de indocumentados.

“No podemos dar la espalda a esta dura realidad que están sufriendo nuestros inmigrantes”, aseguró hoy a Efe el alcalde Chris García.

“La ciudad de Cudahay se declara a sí misma refugio para todos aquellos que están en el país sin documentación”, asegura la proclamación que hoy presentará el alcalde García.

El mandatario detalló, que debido a esta iniciativa, “ningún departamento, oficial o empleado de la ciudad usará ningún fondo ni recurso para ayudar a la aplicación de las leyes federales”.

Destacó que la ciudad tampoco apoyará ni cooperará en los procesos de “investigación, detención o arresto” del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Según la exposición de motivos se busca generar confianza y cooperación con la comunidad inmigrante sin el temor de ser deportados. “En Cudahay más del 90 % de los residentes son latinos y más de la mitad de ellos nacieron en el exterior”, agregó.

García destacó que la propuesta fue motivada tanto por la nueva ley estatal que ofrece la posibilidad de obtener una licencia de conducir a los indocumentados como por las recientes medidas administrativas anunciadas por el presidente Barack Obama que ofrecen la posibilidad un permiso de trabajo a cerca de 2 millones de inmigrantes.

“Cudahay desea generar confianza entre la comunidad inmigrante y enviar un claro mensaje a Washington”, aseguró el mandatario de la ciudad de cerca de 24.000 habitantes

Su declaración coincide con la frase utilizada por el reverendo Morataya durante la posada en Oakland: “Entren. Ustedes siempre son bienvenidos aquí. Los consideramos hermanos y hermanas”.