Southwest Key, beneficiada con crisis de niños migrantes

TUCSON, Estados Unidos, jul. 22, 2014.- La crisis humanitaria provocada por la avalancha de menores centroamericanos que entran ilegalmente al país ha supuesto un gasto millonario, y buena parte de esas partidas se ha destinado a compañías como Southwest Key, que gestiona albergues donde estos niños se han alojado durante semanas.

La organización, sin fines de lucro, promueve programas innovadores en detención juvenil y escuelas, refugios seguros para niños inmigrantes, y servicios de empleo que ayudan a más de 6 mil jóvenes y familias.

Southwest Key, que ganó varios contratos a través de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), del Departamento de Servicios Humanos y Salud (HHS) para administrar refugios en diferentes estados, es una de las pocas organizaciones en el país que puede albergar a niños inmigrantes no acompañados.

Durante su estancia en los albergues, que no debe superar los 35 días, los menores reciben asesoría jurídica, servicios médicos y asisten a clases en el lugar mientras su familia o un patrocinador tramita los documentos para la reunificación.

Según Kenneth Wolfe, vocero de la Administración de Niños y Familias del HHS, la agencia tiene alrededor de 100 albergues permanentes en el país, ubicados en ciudades cerca de la frontera y tres temporales en bases militares abiertos por la crisis.

Cuando los menores no son reclamados por un familiar, estos deben seguir un proceso.

“Si no hay patrocinador, el menor típicamente permanece bajo nuestro cuidado, a menos que el niño vaya a un juez de inmigración y solicite su repatriación voluntaria, ordene su deportación, que sea entregado a DHS o que el menor cumpla los 18 años de edad durante la custodia”, explicó a Efe Wolfe.

Aunque la organización no lucrativa está basada en Texas, se ha expandido a otros estados y actualmente tiene cinco albergues en Arizona y tres en California, así como otros en Georgia, Minesota y Nueva York.

Southwest Key abrió hace tres semanas un nuevo albergue en Tucson, Arizona, con espacio para albergar a 280 menores.

La organización, que se niega a responder preguntas sobre sus albergues remitiéndoles al HHS, expandió bastante sus finanzas durante los últimos años.

Reportes presentados al Servicio de Impuestos Internos (IRS) con los formularios 990 muestran que en el 2011 obtuvo unos ingresos de 62 millones de dólares, en el 2012 fueron 85 millones y en el 2013 los ingresos alcanzaron los 124 millones.

Los informes públicos de la organización publicados en su página web, indican que hasta la presentación de los impuestos del 2012, la organización tenía 64 programas en todo el país y empleó al menos mil personas.

De los 3.8 millones de dólares que solicitó el presidente Barack Obama al congreso para manejar la crisis de menores no acompañados que cruzan la frontera, la mayor parte será destinada para el HHS.

La labor que realiza Southwest Key con los menores es valorada por todos los cónsules de países que trabajan directamente con ellos.

“Tenemos muy buena relación, una comunicación fluida, estamos satisfechos con la manera como cuidan a los niños”, declaró hoy a Efe el cónsul de El Salvador en Los Ángeles, Pablo García.

“Nos hablan para verificar los documentos de los familiares cuando están reclamando a un menor, también cuando necesitan asistencia en idiomas mayas”, agregó.

García señaló que estuvo en el albergue de la base naval en Ventura la semana pasada y había 135 menores de Guatemala.

“Ese día salían 50 (menores) a reunificarse con sus familias. La verdad es que el proceso se está haciendo muy rápido”, indicó.

En la actualidad, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la llegada de menores a la frontera, la mayoría procedentes de Centroamérica, ha superado los 57 mil 535 en los últimos diez meses y se estima que podría alcanzar los 100 mil menores a finales de año.