Trabajadores de comida rápida piden salario de 15 dls. por hora

MIAMI, Estados Unidos, may. 15, 2014.- Trabajadores de establecimientos de comida rápida alzaron hoy su voz en más de 150 ciudades de Estados Unidos para reclamar un salario mínimo de 15 dólares y el derecho a estar en un sindicato, como parte de la huelga decretada por otros trabajadores en 230 ciudades del todo el mundo.

Con pancartas que rezaban “en huelga para mejorar a mi familia, “mejores sueldos para una economía más fuerte” o “juntos por los 15 dólares y un sindicato”, entre otras, o gritando consignas del “Sí, se puede”, “15 dólares ahora” y “McDonald’s estamos aquí”, los manifestantes, en su mayoría inmigrantes, marcharon en las ciudades más importantes de Estados Unidos y a veces desafiando lluvia y viento.

En la turística plaza de Times Square en Nueva York, los manifestantes marcharon varias manzanas hasta llegar a un Domino’s Pizza en la calle 39, entre las avenidas séptima y octava, zona comercial siempre atestada de neoyorquinos y turistas que, sorprendidos, detenían el paso para observar la manifestación.

“Estoy aquí luchando por las injusticias que nos hacen a los trabajadores, que nos merecemos respeto por parte de ellos, que hacen millones de dólares por nuestros esfuerzos”, manifestó el mexicano Próspero Sánchez, quien dijo que durante catorce años ha “trabajado duro” para Domino’s y que tras dos décadas sólo gana 11,50 dólares la hora.

Pese al esfuerzo “me pagaron con el despido. Estuve dos meses sin trabajo y busqué ayuda con la unión” tras lo cual lo restituyeron en su puesto, agregó Sánchez frente al establecimiento, custodiado por la policía, al referirse a que las empresa de comida rápida son una industria que produce 200 mil millones de dólares al año y cuya fuerza laboral está formada por un 66 % de mujeres.

Durante la manifestación, que tuvo como anfitriona a la asambleísta estatal Gabriela Rosa, se hizo un reclamo a la legislatura del estado de Nueva York para que apruebe un proyecto que otorgaría poder a las ciudades y condados para tomar decisiones sobre el salario mínimo y que contempla un alza para llevarlo a 15 dólares la hora.

Los trabajadores, que contaron con el apoyo además de la asambleísta Maritza Dávila, el fiscal de cuentas de la ciudad, Scott Stringer, así como otros políticos y líderes religiosos, contaron de lo difícil de la supervivencia en una ciudad tan cara como Nueva York, con rentas elevadas que lleva a muchos inmigrantes a compartir sus apartamentos, además de tener que pagar transporte, alimentos y mantener a sus familias en sus países de origen.

En Chicago, a pesar de la lluvia, el grupo de manifestantes llegó temprano en la mañana con una banda de mariachi y carteles hasta el restaurante Rock ‘n’ Roll de McDonald’s, en el centro de la ciudad, donde corearon en español “¿Qué queremos?, 15 dólares. ¿Cuándo los queremos?, ahora!”, y “McDonald’s estamos aquí”.

Nazly Damasio, vocero de la campaña “Lucha por 15”, dijo que los trabajadores reclaman un salario mínimo de ese valor y derecho a estar en un sindicato sin temor a represalias.

“Ellos ganan miles de millones de dólares y sus trabajadores viven en la pobreza. El 52 % de estos trabajadores son madres y padres con hijos que tienen que depender de la asistencia pública para llegar a fin de mes”, aseguró.

La protesta de hoy, considerada como la quinta movilización en Chicago, se repitió más tarde frente a varios restaurantes de las cadenas Burger King y Wendy’s, y está previsto que continúen hasta el final de la tarde con la participación de algunos políticos locales.

Según informaron los organizadores, en Chicago los restaurantes de comida rápida pagan en general el salario mínimo estatal de 8,25 dólares, sin beneficios u horarios fijos.

En Los Ángeles las protestas de hoy no afectaron al servicio, no obstante los trabajadores latinos mostraron su preocupación y desacuerdo.

“¿Cómo puedo yo mantener mi hogar y mi dos niños con un salario de 10 dólares la hora?”, se preguntó hoy Ana Martínez, una trabajadora hispana de un Burger King en Los Ángeles.

La empleada contó que con el salario que gana de su trabajo, en el cual lleva ya más de cinco años, sólo puede pagar una habitación en una vivienda compartida y tiene que acudir a subsidios del gobierno para poder subsistir.

Una investigación de la Universidad de California Berkeley encontró que el costo de los programas de asistencia pública para trabajadores de restaurantes de comida rápida, que no alcanzan a mantener a sus familias es de 17 mil millones de dólares anuales.

En Miami, los manifestantes se encontraron en un McDonald’s en la esquina de la novena avenida y la calle 20 del Noroeste de la ciudad donde gritaron consignas a favor de los 15 dólares y repetían “el pueblo unido jamás será vencido”. Luego se desplazaron hasta un Wendy’s a unos metros para seguir reclamando y ofrecer declaraciones a la prensa.

“Estamos aquí para apoyar a los trabajadores de comida rápida que en estos momentos están trabajando casi todos ‘part time’ (media jornada) sin beneficios y haciendo un sueldo mínimo que en la Florida es de 7,93 (dólares) la hora”, declaró a Efe Kathy Bird, organizadora de la Coalición de Inmigrantes de Florida.

“Es imposible mantener una familia y una vida digna con un sueldo tan bajo, entonces estamos pidiendo un aumento de salario”, agregó.

La activista explicó que las protestas forman parte de un movimiento global que está reclamando un mejor salario y una vida digna a los trabajadores para que puedan aportar, gastar y estimular las economías.

Por su parte, Zelamira Wilson, que trabaja en un McDonald’s, pidió ayuda y apoyo para todos los trabajadores y aseguró la lucha continuará hasta lograr sus objetivos.

“Lo que queremos demostrar con esta protesta es que se nos haga el salario justo, que necesitamos un mínimo de 15 dólares”, aseveró.

“La ley es competente y yo sé que en McDonald’s ustedes pueden hacerlo”, dijo la madre soltera con tres hijos, quien aseguró que si pierde el trabajo va a ser por una causa buena que es el futuro de los hijos