Donald Trump sí está en problemas, “pero no creo que lo puedan correr mañana, es probable que sea el inicio, pero no será pronto, porque tiene mayoría en el Congreso y el impeachment empieza allí”, afirmó el internacionalista Rafael Fernández de Castro en la mesa de Despierta con Loret.
Redondeó que “se sabe que los rusos intervinieron en la elección de Estados Unidos para apoyar a Donald Trump, que sacaron miles de e-mails de Hillary Clinton. La cosa es saber si los republicanos se coludieron para facilitarles el trabajo”.
Para Gabriel Guerra Castellanos, “por un lado está lo que apunta Rafael, los temas legales y de procedimiento del Congreso, pero por el otro lado está el problema más de fondo, que es la absoluta incapacidad de la administración Trump para gobernar de manera eficaz”, y, por otro, los conflictos de interés que maneja, “son un chiste los conflictos de interés que hay en México comparados con los de Trump, que tiene a su hija y a su yerno en la Casa Blanca”.
Además, Guerra Castellanos criticó “la absoluta superficialidad” con la que ha llevado la gira a Oriente Medio y a Europa.
Desde la perspectiva de Rafael Fernández de Castro, la gira es un respiro para Trump y lo aleja del problema de la investigación en Estados Unidos, con la ventaja de que “lo prepararon muy bien para Arabia Saudita y para Israel”. Destacó que ahora “el enemigo jurado es Irán”, también que “propuso un acuerdo de paz entre Israel y Palestina”.
Para Gabriel Guerra Castellanos, en cambio, Trump no está del todo tranquilo, por lo que “ya tiene abogado, ya contrató a un abogado muy reconocido, de mucha fama, especialista en juicios políticos, porque tiene un flanco legal abierto”, en este contexto, “la gira quedó deslucida”, y hasta en Estados Unidos, “se sigue hablando del tema de la investigación por presuntos nexos con Rusia”. Incluso, “Fox News, la cadena aliada de Trump, está dividida y algunos de los comentaristas siguen hablando del tema”.
En este contexto, “el gobierno mexicano lo está haciendo bien”, consideró Rafael Fernández de Castro, aunque subrayó que se necesita entender que “no funciona la estrategia presidencialista”. Destacó que “a Trump le gusta ser tratado como emperador, así lo recibieron en su gira en Arabia Saudita y en Israel, pero México no lo puede recibir así”.
Para Gabriel Guerra Castellanos, “la estrategia de México ha sido completamente reactiva. A partir de la visita de Trump, todo se ha vuelto un juego desesperado de tenis, México está a la defensiva, y debe tratar de que no se politice demasiado el tema de la renegociación (del TLC), en donde Trump nos va a llevar las contras. Nada más, el negociador en jefe por Estados Unidos no cree en el libre comercio, y eso es, literalmente, la iglesia en manos de Lutero”.
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