El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó en mayo pasado “idiota” al fiscal general, Jeff Sessions, entre otros insultos, y le pidió su renuncia, informó este jueves The New York Times
Fue allí cuando uno de los participantes en la reunión informó a Trump de que el Departamento de Justicia había decidido nombrar un fiscal especial, Robert Mueller, para llevar el caso de las supuestas conexiones rusas.
Esa decisión fue muy criticada por Trump, que censuró a Sessions por haberse desligado del caso.
La designación de un fiscal especial impidió a la Casa Blanca mantener el control sobre las investigaciones, según recuerda el diario.
Casi inmediatamente después de que Trump conociera en esa reunión que Mueller encabezaría la investigación, el presidente dirigió repetidos insultos a Sessions, acusándolo de ser el responsable de la situación.
Le llamó “idiota”, le dijo que su elección como fiscal general era la peor decisión que había tomado, y le pidió su renuncia.
De acuerdo con el relato, Sessions anunció que renunciaría y salió del Despacho Oval, muy humillado por el trato recibido.
Públicamente, Trump ya ha afirmado que no habría designado a Sessions como fiscal general si hubiera sabido que se desvincularía del caso de las conexiones rusas, y calificó esa decisión como “muy injusta” con él y como una muestra de “deslealtad” hacia su persona.
Según el diario, varios asesores de Trump, incluido el vicepresidente Pence, convencieron al presidente de que la salida de Sessions generaría más caos en su gobierno, y además se ganaría enemigos políticos en las filas republicanas.
Finalmente, Trump decidió rechazar la dimisión de Sessions, y le devolvió la carta de renuncia que le había hecho llegar, con una respuesta presidencial manuscrita no revelada.
FJMM