CONFLICTOS ARMADOS

Trump, Estados Unidos y Siria, un análisis en Despierta con Loret

El ataque de Estados Unidos a una base aérea en Siria puede entenderse por la necesidad que tiene el presidente Donald Trump de deslindarse de las sospechas de su relación con Rusia, afirmó Javier Tello en la mesa de Despierta con Loret. “Puede ser un arranque, porque en 2012, cuando Barack Obama estaba en un momento de popularidad muy baja, Trump tuiteó: ‘vamos a ver qué se le ocurre bombardear a Obama para recuperar su popularidad’.”

Para el internacionalista Gabriel Guerra se trata de “una reacción impulsiva por la caída de su popularidad, por el desastre en la Casa Blanca, por el lío de Rusia, los conflictos de interés, porque la presidencia de Trump ha sido un desastre y ésta fue una oportunidad de reaccionar a lo que todo mundo le pedía, aunque no hay evidencia contundente de que el ataque con armas químicas haya sido lanzado por el régimen de Bashar Al Assad”.

De acuerdo con Guerra, no hay “una explicación lógica de por qué Assad, cuando se le volteó la marea a favor, lanzaría un ataque contra la población civil, porque puede ser un dictador, un tirano, puede ser muchas cosas, pero no es un tonto”.

Maruan Soto Antaki, desde Nueva York, dijo que “no hay prueba clarísima de quién hizo el ataque, pero es lo más lógico y lo más sencillo de pensar, que fue el régimen de Assad, pero al mismo tiempo, los ataques con armas químicas han sido constantes por distintos grupos que están en la región”.

Por otro lado, lo que motivó el ataque de Estados Unidos a Siria “puede ser un asunto de mera política interna, porque la base aérea tampoco era una gran base y Donald Trump, al final, no piensa en nada de largo plazo más allá de sus propias narices”.

Desde su perspectiva, el ataque se hizo sin estrategia en conjunto; “es replicar a través de berrinche lo que ya hemos visto en la zona: que intenta, a través de un manotazo, dar una solución, pero agita el avispero. En cierta medida le quita al Estado Islámico una base aérea de la cual preocuparse, y sus militantes están contentos porque ya vieron la desesperación que están causando”.

Como resultado de este ataque, “ganan los opositores de Assad, gana el Estado Islámico, porque se distraen los ejércitos ruso y sirio, y pueden seguir difundiendo su propaganda al mismo tiempo que desacreditan al gobierno sirio”, apuntaló Gabriel Guerra Castellanos.

Y también, dijo el internacionalista, “gana, entre comillas, Trump, porque siente que revive su presidencia, porque le da pretexto de lanzar un discurso de pesadilla, al invocar al señor y a las criaturas del señor, pidiendo que Dios bendiga a Estados Unidos y al mundo”.

Para Javier Tello, Trump “nunca ha tenido una clara política de America First”. En este caso se trató, considera, de un ataque aislado, sin estrategia, en un sitio en el que “si algo queda claro es que no hay solución militar y no creo que tenga en su cabeza ni en su gobierno una estrategia para lidiar con Siria; fue algún arranque provocado por cosas internas y externas”.

Y no hay estrategia ni piensan qué viene después: “¿va a derrocar a Assad, va a tolerar la partición de Siria?”, dijo Guerra Castellanos, pero, aclaró, “aquí no arranca la tercera guerra mundial. Rusia marca una línea clarísima y no creo que Trump haya pensado en nada más”. Recomendó, en estos momentos, “ver una película que se llama Wag the dog, que es cómo un gobierno inventa una guerra para salir de problemas. Esto distrajo a Trump de su reunión con el presidente chino. Siria no se resuelve militarmente”.

Sin embargo, advierte, “una cosa es Siria y otra los sistemas de defensa antiaéreos de Rusia, más complejos que los sirios”.

Para Maruan Soto Antaki, el punto de equilibrio en Siria “puede ser la permanencia de Assad”. Advierte que, sin importar cuántos ataques se lancen, “mientras no existan anticuerpos para atacar las distintas fuerzas dentro de Siria, que transmutan, no pasará nada, pero puede escalar el conflicto a nivel regional y es necesario quitar de la baraja las posibles opciones”.

Javier Tello apunta que este ataque, “le gustó a Trump, para alguien con su temperamento, puede suceder otra vez, pero no va a servir para quitarle el tema de involucramiento y espionaje de Rusia”.

 

 

 

tfo