POLíTICA

Trump anuncia restricciones a viajes y comercio con Cuba

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes un giro a la política hacia Cuba que restringirá ciertas actividades de negocios y algunos viajes de estadounidenses a la isla, cambios que prometen aumentar las tensiones con La Habana pero no paralizar el acercamiento bilateral.

Trump aseguró hoy en Miami que “pronto se va a lograr una Cuba libre” y calificó de “brutal” al régimen castrista.

En el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, que lleva el nombre de uno de los brigadistas de la fallida invasión de Bahía Cochinos (Cuba), en 1961, Trump expuso las líneas maestras de la revisión que ha decidido hacer en la política de normalización de relaciones con la isla iniciada por su antecesor Barack Obama.

Acompañado del vicepresidente Mike Pence, varios integrantes de su gabinete, el gobernador de Florida, Rick Scott, congresistas de origen cubano como Marco Rubio, Mario Díaz Balart y Carlos Curbelo y representantes de la disidencia cubana, Trump mencionó a los disidentes José Daniel Ferrer y Berta Soler, a los que no se les permitió viajar a Miami, pero “están aquí con nosotros”.

Los principales cambios Trump plantea son una prohibición para que las empresas de Estados Unidos hagan negocios con compañías cubanas de propiedad o controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba y restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.

Trump viajó a Miami (Florida), el refugio de muchos opositores al Gobierno de Raúl Castro, para revelar en un discurso el resultado de la revisión que encargó en febrero sobre la política hacia Cuba iniciada por su predecesor, Barack Obama (2009-2017).

Trump dijo que es “importante” que haya libertad tanto en Cuba como en Venezuela.

En su discurso, Trump aseguró que Cuba sufre desde “hace décadas” al régimen de los Castro, pero que eso no debe repetirse en Venezuela.

Dijo que siguen de cerca las denuncias sobre los crímenes del “brutal” régimen de los Castro, y “es importante que haya libertad, ya sea en Cuba o en Venezuela”.

El presidente estadounidense reconoció que, “a veces” en política, las cosas toman un “poco más de tiempo” del deseado, pero prometió que llegarán “ahí” y que lograrán que Cuba sea libre.

Trump expuso las líneas maestras de la revisión que ha decidido hacer en la política de normalización de relaciones con la isla iniciada por su antecesor Barack Obama y agradeció al exilio cubano por ser la “voz de los que no la tienen”, y dijo que, con ello, hacen la diferencia en la lucha para acabar con la persecución y como una “ideología depravada” como la que hay en Cuba.

En este sentido, el republicano dijo saben lo que está pasando en la isla y recuerdan lo que ha pasado, y que eso les lleva a cambiar su política hacia la isla.

Trump anunció la “cancelación” de la política de Barack Obama hacia Cuba y se mostró dispuesto a negociar “un acuerdo mejor” con la isla, pero solo si hay avances “concretos” hacia la celebración de “elecciones libres” y la liberación de “prisioneros políticos”.

“No levantaremos las sanciones a Cuba hasta que todos los prisioneros políticos sean libres, todos los partidos políticos estén legalizados y se programen elecciones libres y supervisadas internacionalmente”, dijo Trump durante un discurso en Miami, Florida.

El gobernante retó a Cuba “a acudir a la mesa (negociadora) con un nuevo acuerdo que esté en el mejor interés tanto de su pueblo como” del estadounidense, y dio por “cancelado” el marco acordado entre Obama y Raúl Castro para normalizar las relaciones bilaterales.

El mandatario estadounidense advirtió, sin embargo, que “cualquier cambio” a su postura hacia Cuba dependerá de “avances concretos” hacia objetivos como las elecciones libres, la liberación de presos políticos y la entrega a la Justicia estadounidense de “criminales y fugitivos” que han encontrado refugio en la isla.

“Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor”, aseguró Trump.

“Nuestra embajada permanece abierta con la esperanza de que nuestros países puedan forjar un camino mucho mejor”, añadió Trump, que no ha tomado ninguna medida para rebajar el nivel de relaciones diplomáticas con la isla.

El mandatario aseguró que confía en que “pronto” llegue el día en que haya “una nueva generación de líderes” que implemente esos cambios en Cuba, dado que el presidente cubano, Raúl Castro, dejará el poder en febrero de 2018.

El presidente anunció que se “restringirá muy robustamente el flujo de dólares estadounidenses a los servicios militares, de seguridad y de inteligencia” de la isla, y dará “pasos concretos para asegurarse de que las inversiones” de empresas estadounidenses “fluyen directamente al pueblo”.

“Implementaremos la prohibición del turismo, e implementaremos el embargo”, sentenció Trump.

Los cambios anunciados por la Casa Blanca incluyen la prohibición de los viajes individuales para hacer contactos con el pueblo cubano, conocidos en inglés como “people to people travel”, y la
posibilidad de auditoría a todos los estadounidenses que visiten Cuba para comprobar que no violan las sanciones de Estados Unidos.

El mandatario no se plantea una ruptura brusca y quiere permitir que la actividad comercial y de intercambio con Cuba continúe todo lo posible porque aprecia “los beneficios para el pueblo cubano” de la apertura, según adelantó este martes el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson.

Pero Trump considera que las políticas de Obama están “proporcionando apoyo financiero al régimen” de Raúl Castro, y quiere asegurarse de que no viola las leyes con sanciones a Cuba impuestas por el Congreso estadounidense durante el último medio siglo, según Tillerson.

Para ello, el presidente decidió aplicar de manera estricta las restricciones de viajes a Cuba, y prohibir el comercio con empresas cubanas que sean propiedad de los servicios militares y de inteligencia, según una directiva presidencial que se publicó este viernes y que fue adelantada por la cadena CNN y el diario Politico.

“Debemos asegurarnos de que los fondos de Estados Unidos no se canalizan hacia un régimen que no ha cumplido con los requisitos más básicos de una sociedad libre y justa”, indica la directiva de Trump, de acuerdo con Politico.

Bajo una estricta aplicación de las órdenes de Trump, los estadounidenses no podrían hacer ningún tipo de transacción con ninguna de las empresas pertenecientes al conglomerado empresarial del Ejército, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), el cual se calcula que controla alrededor de dos tercios del comercio minorista de la isla.

Pero, según expertos consultados por Efe, el impacto de esa medida dependerá de cómo la redacte el Departamento del Tesoro, y este podría emitir excepciones a ciertas actividades comerciales con GAESA y otras empresas si lo considera necesario.

“Las compañías estadounidenses probablemente sabrán con qué empresas pueden hacer negocios, porque el Tesoro publicará una lista”, dijo a Efe un experto en Cuba en la American University, William LeoGrande.

Robert Muse, un abogado experto en la legislación estadounidense hacia Cuba, cree que esa medida crearía un “nivel añadido de incertidumbre” para las empresas estadounidenses interesadas en hacer negocios en Cuba, que ya deben sortear las restricciones impuestas por el embargo.

En cuanto a los viajes, la directiva citada por Politico apunta a que Trump instruirá al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, a auditar regularmente los viajes a Cuba desde Estados Unidos para asegurarse de que los estadounidenses están cumpliendo las reglas para evitar transacciones relacionadas con GAESA.

Los estadounidenses tienen prohibido viajar como turistas a Cuba, pero sí pueden visitar la isla bajo 12 categorías legales, como los intercambios educativos y culturales, y la directiva de Trump les pide tener documentos claros que acrediten que entran en esas categorías, o podrían enfrentar multas, según Politico.

Obama permitió que los estadounidenses se “auto certificaran” sin muchas explicaciones como participantes en una de las 12 categorías permitidas, lo que ha facilitado el negocio a las aerolíneas y cruceros que han comenzado a hacer trayectos comerciales a la isla.

“Para Cuba, una reducción en el flujo de viajeros de estadounidenses podría tener un impacto altamente dañino”, dijo a Efe el presidente emérito del centro de estudios Diálogo Interamericano, Peter Hakim.

En cambio, la importancia de Cuba para la estrategia geopolítica de Trump es “extremadamente limitada”, recordó Hakim, quien pronosticó que el anuncio no dañará las relaciones de Estados Unidos con Latinoamérica, cuya reacción será probablemente “muy tenue”.

Antes del mensaje de Trump, el vicepresidente Mike Pence dijo que el presidente escucha a los cubanos y está de su lado y que “no está del lado de los tiranos”.

Afirmó que él ha sido testigo de la “solidaridad” del presidente Trump con Cuba.

El vicepresidente siguió el mismo tono de los congresistas cubano-estadounidenses Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, que minutos antes criticaron en el mismo auditorio los acercamientos del expresidente Barack Obama con Cuba, que comenzaron en 2014.

Rubio aseguró que Trump desde el principio de su Gobierno se dispuso a “ayudar a los pueblos venezolano y cubano”.

 

AAE