En Ixtaltepec, Oaxaca, cuando comenzó a sentirse el terremoto, Eduardo y Zunikey tomaron a sus hijos en brazos. Él al niño de seis años de edad y ella a la bebé de un año.
Estábamos a punto de terminar el último escalón cuando empezamos a sentir que caían los ladrillos… Yo traía a la bebé aquí en brazos y lo único que hice fue hacer eso, protegerla”, comentó Zunikey López.
Su esposo Eduardo también protegió con su cuerpo al pequeño de seis años de edad, pero el techo colapsó y los dejó atrapados. Zunikey también quedó entre los escombros; tuvo vida y fuerza suficientes para gritar.
Cuando vi las luces me pasaron lámparas y vi estaba todo destruido. Entonces vi que mi esposo estaba ahí… Yo lo vi, lo vi ahí, la mitad del cuerpo y todo el peso de la estructura sobre él”, narró Zunikey.
El hombre de 33 años de edad se aferró tanto a su hijo, que logró cubrirlo del impacto.
Como le cayó la estructura medio cuerpo, entonces ahí se quedó prensado con papá”, detalló.
Zunikey removió escombros con sus propias manos. Por un espacio en la pared sacó a su bebé y apoyada de un gato hidráulico levantó el techo para sacar a su otro hijo y a su esposo.
Cuando lo sacaron dijeron que tenía todavía signos vitales, que aún respiraba, que tenía pulso. Yo me puse muy feliz al escuchar eso. Llegó la ambulancia y fuimos al hospital de Ixtepec lo más rápido que se pudo, pero cuando llegamos ahí, desafortunadamente me dijeron que ya no tenía vida”, relató.
El pequeño sobrevivió, está hospitalizado con fractura de pelvis; Zunikey afirmó que el dolor más grande no es el de los golpes, sino ver a su hijo lesionado y haber perdido a su esposo.
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Con información de Sarahí Méndez.
RMT
