ECONOMíA

Órdenes ejecutivas de Trump amenazan a comerciantes de Arizona

“México tiene muchas cosas que pudiera hacer para protegerse, no quisiéramos llegar a ese punto para nada”, comentó Jaime Chamberlain, distribuidor de frutas y legumbres.

“Le podría dar más en la torre al lado americano”, comentó el chofer Guillermo Soto.

A otros, lo que más les preocupa es la percepción que México está teniendo de lo que sucede en Estados Unidos.

Son parte de las ideas que ha provocado Donald Trump con poco más de una semana en la Presidencia y con su firma estampada en órdenes ejecutivas.

Estos mexicanos y estadounidenses tienen en común ser parte de la estructura comercial de Arizona, el estado más beneficiado de las exportaciones de nuestro país y de su gente, que deja a diario 8 millones de dólares en consumo: desde vacaciones y entretenimiento, hasta el cruce para hacer el súper o poner gasolina.

Uno de los beneficiados de la cercanía geográfica y comercial es Jaime Chamberlain, distribuidor de frutas y legumbres.

Nacido en Estados Unidos y con 30 años en el negocio, hoy está ubicado entre los 10 mayores distribuidores de Arizona.

Su alianza exclusiva con una decena de agricultores mexicanos le permite colocar en el mercado, anualmente, 6 millones de toneladas de tomate, chile, ejote y pepinos principalmente.

Es republicano, votó por Trump, pero reconoce que el posible rompimiento del Tratado de Libre Comercio o aplicar un impuesto de 20% a las exportaciones levanta alertas.

“El potencial que tenemos para mejorar nuestras economías juntos es algo que sobresale en todos los temas que estamos hablando en los últimos días”, dijo Jaime Chamberlain, distribuidor de alimentos.

 

En su sector, las estrategias y el acercamiento con los políticos del Estado ya comenzaron.

“Lo que nosotros estamos hablando con nuestros elegidos y nuestros gobernantes es cómo nos afectaríamos nosotros en la frontera y no nada más en la frontera, en todo el resto de Estados Unidos”, reiteró Chamberlain.

Una posible subida de precios continuaría la afectación en trabajadores como Guillermo Soto.

Desde hace casi 20 años es cruzador.

Del lado mexicano toma los tráileres cargados con la fruta y la verdura y los pasa a Estados Unidos, donde los entrega en negocios como el de Chamberlain.

Gracias a que tiene visa y un permiso especial, es de los más buscados para la tarea, pero Trump pone en amenaza sus ganancias.

“En mi trabajo me afectaría porque prácticamente el que no pueda pagar mi puesto tan alto no va a venir a cruzar los productos para Estados Unidos”, señaló Soto.

El daño a la cadena comercial continuaría con los negocios locales que compran esa mercancía para venderla al público.

Lugares como Villa’s Market tendrían que subir sus precios todo el año a los niveles que alcanzan meses en los que escasea el producto.

“Si estamos hablando de 20% pues, nos van a matar básicamente, sí se ve inquietud”, destacó el señor Jesús Olivares, gerente de supermercado.

Y al final, la mayor afectación: al consumidor estadounidense que implícitamente pagaría el muro.

“Dependemos mucho de México, México es nuestro aliado. La economía depende de eso, de que vaya a costar va a incrementar todo, la mano de obra, la verdura, la fruta”, reiteró la consumidora Carmen Panenger.

“Un muro no da el mensaje correcto que deberíamos de dar a nuestros vecinos hacia al sur que son tan buenos vecinos“, concluyó Jaime Chamberlain, distribuidor de alimentos.

Con información de Claudio Ochoa

KAH