ECOLOGíA

En riesgo, pescadores y vaquita marina por tráfico de totoaba

El noticiero Despierta con Loret ha seguido de cerca los esfuerzos de salvar de la extinción a la vaquita marina y la complicada situación social que se vive en el Alto Golfo de California.

El tema va más allá de un asunto ecológico o del rescate de una especie, ya que hay crimen organizado, corrupción, violencia, pobreza y pescadores que desde hace tres años no pueden salir al mar y ya no reciben ningún tipo de compensación económica.

El viernes pasado, Despierta con Loret presentó imágenes exclusivas de pescadores dedicados al tráfico de buche de totoaba. Estos hombres no tienen permiso para estar en el mar, sus redes están prohibidas y además van armados.

Desde diciembre salen en busca de la totoaba, el pez conocido como la cocaína del mar, por cada buche o vejiga natatoria de un kilo pueden recibir hasta cuatro mil dólares. El problema es que en sus redes también queda atrapada la vaquita marina.

La organización ambientalista Sea Shepherd no sólo ha encontrado en el mar redes ilegales, también pescadores que han disparado contra sus drones que buscan vigilarlos y denunciarlos.

Sea Shepard hace operativos conjuntos con la Marina.

Patricia Gandolfo de la organización ambientalista Sea Shepherd, explicó: “Estamos encontrando mucha actividad y muchas redes totoabera con lo cual podemos decir que la situación se empieza a agravar. En 40 días hemos retirado unas 45 redes”.

En enero pasado, dos hombres fueron detenidos en el aeropuerto de Hong Kong con 28 kilos de buche escondidos en dos maletas, la mercancía fue valuada en más de 85 millones de pesos.

Según autoridades federales, en México existe una organización criminal dedicada a la pesca de totoaba que es liderada presuntamente por un hombre llamado Óscar Parra Aispuro.

La Fiscalía de Baja California aseguró que este hombre es el principal sospechoso del asesinato de un militar en el Puerto de San Felipe, el pasado 31 de diciembre.

En Despierta con Loret se mostraron imágenes del ataque. Según la indagatoria, dos militares piden ayuda porque se les descompuso su vehículo frente a ellos se detiene una camioneta y el que sale de ésta sería Óscar Parra con una AK-47, un cuerno de chivo. En la imagen se ve la detonación y cómo cae el soldado, todo esto, según la Procuraduría de Baja California que investiga el hecho y ha difundido un poster buscando a Óscar Parra.

Mientras los ilegales salen al mar todos los días, a todas horas y el líder de la organización está prófugo, cientos de pescadores legales, los que han respetado la veda que el Gobierno Federal impuso hace cerca de tres años, mantienen guardadas sus lanchas y sus redes.

Antes recibían dinero del Gobierno a cambio de no pescar para permitir el rescate de la vaquita, pero desde que empezó el año no reciben un peso, tampoco los dejan salir a pescar y esta situación ha aumentado el descontento social.

Un testimonio reveló que salen de pesca ilegalmente, ya que se les terminó la compensación que tenían. “El arreglo que teníamos con el Gobierno, se nos terminó y pues no me deja otra opción más que irme a trabajar, tengo que sacar dinero para poder darle lo que necesitan mis hijos”.

El miércoles pasado, organizaciones ambientalistas como Greenpeace y Defenders of Wildlife se reunieron con el secretario de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano. Presentaron una propuesta para blindar el área donde se encuentran las últimas vaquitas marinas.

Uno de los acuerdos es que se incrementará la vigilancia en ese polígono, en el encuentro también se discutió el plan de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de permitir la pesca deportiva de totoaba.

Todo dependerá del resultado de un estudio del Instituto Nacional de Pesca para saber si la totoaba ha dejado de ser una especie en peligro de extinción.

Con información de Ana Lucía Hernández

LSH