Esteban es uno de los habitantes de Chimalhuacán que tiene doble familia: su abuela con quien vive y sus 430 hermanos del CEDIC.
Esteban Martínez, beneficiario del CEDIC, dijo: “Para mí la gente de aquí es como mi familia, porque me apoya cuando lo necesito y está ahí para darme un consejo y pues aquí es como mi casa”.
Creció con su abuela materna, quién se dedicaba a vender dulces en uno de los basureros del bordo de Xochiaca. Lugar donde hace más de ocho años conoció a los integrantes del Centro de Desarrollo Integral Hope Chimalhuacán.
Hoy tiene 17 años y todos los días acude por las mañanas a las instalaciones del lugar, su segundo hogar.
Esteban Martínez, beneficiario del CEDIC, señaló: “Juego ajedrez, practico las matemáticas lúdicas, computación, salimos a jugar futbol o hacemos diferentes actividades”.
María del Pilar García, gerente de Comunicación de Fundación Dibujando un Mañana, destacó: “Lo que buscamos a través del CEDIC es lograr el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes que están en situación de vulnerabilidad, de la zona de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, es una zona de alta marginalidad”.
Este centro es financiado por Fundación Dibujando un Mañana y trabaja en alianza con otras organizaciones sociales para brindar a los menores de edad nutrición, educación no formal y asistencia médica.
“Por la zona en la que estamos trabajando, un niño que no viene al CEDIC es un niño que está en una situación de alta vulnerabilidad, expuesto a muchos peligros y a no brindarle un desarrollo integral”, comentó María del Pilar García, gerente de Comunicación de Fundación Dibujando un Mañana.
Niños cada día, de los cuales, al menos el 70 por ciento de estos menores de edad viven en familias dedicadas a la pepena en los tiraderos del bordo de Xochiaca.
Hoy esteban está estudiando la preparatoria, quiere ser chef porque ama cocinar y también superarse.
Con información de Arely Melo
LSH
