CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Crece amistad entre fotógrafo y soldado tras sismo del 19S en Morelos

La historia del fotógrafo Marco Gil Vela se ha convertido en una cadena de favores, quien, sin habérselo propuesto fue la punta de lanza para que muchas vidas hayan cambiado, comenzado por la suya.

Él escribió aquella carta para identificar al soldado que lloró de impotencia, al no poder salvar la vida de una bebé y cuya imagen fue inmortalizada en una fotografía.

Marco había perdido a su mujer, Samara, y a su pequeña hija, Sara Sofía, en los escombros de la casa donde fue fotografiado el soldado en Jojutla, Morelos.

Marco Gil Vela, fotógrafo, dijo: “Definitivamente mi vida ha cambiado mucho a raíz de eso, al principio renegaba y pensaba todo negativo, pensaba que todo era para mal, cuestionaba incluso a Dios, hoy me doy cuenta del por qué de muchas cosas, y puedo decir que he conocido a grandes personas”.

Al conocer a Martín Moctezuma y estrecharlo en un abrazo, entonces fue la vida del soldado la que cambió. Marco y Martín comenzaron una amistad, que dicen, durará para el resto de sus vidas.

“Después de que nos conocimos y nos abrazamos, nos hicimos amigos, tengo su whatsApp, platicamos con él, me lo traje a almorzar taquitos de cecina muy tradicionales en Zacatepec y platicamos, hicimos buena amistad”, agregó Marco Gil Vela.

Pero también la vida del soldado cambió pues recientemente recibió un reconocimiento durante la entrega del Premio Nacional de Comunicación José Pages Llergo 2017, al igual que el fotógrafo, Samuel Kellerman, quien tomó la emblemática fotografía del soldado.

Marco Gil Vela fue el invitado de honor.

La vida de la mamá del soldado Martín Moctezuma, doña Lorena Hernández cambió también para siempre.

Al quedar su casa inhabitable, tras el sismo del 7 de septiembre, muchos esfuerzos se juntaron para darle una nueva casa.

“Felicidades a la mamá de Martín, bien merecida que la tiene, su casita, no por otra cosa tiene su hijo ahí, y la verdad que es un tipazo y Dios los bendiga muchísimo”, deseó Marco Gil Vela.

Los sismos del 7 de y 19 de septiembre unieron, sin querer, a dos familias, que de hoy en adelante, permanecerán unidas.

Y no es que haya una tragedia en medio de esta historia, porque Marco aún sigue en un proceso de duelo.

Marco Gil Vela señaló: “De repente me acuerdo, simplemente no concentrarme, porque las extraño, no porque no pueda vivir sin ellas, porque todo es posible en esta vida con mucha fuerza de voluntad, simplemente porque eran parte indispensable o importante en mi vida, y las extraño mucho y les voy a llorar toda la vida”.

Al final, el balance de su vida es positivo teniendo a su pequeño hijo de tres años como su motor de ahora en adelante.

Con información de Karina Cuevas

 

LSH