CRIMEN Y SEGURIDAD

Roy Campos y Jorge Buendía analizan los riesgos que corren los encuestadores

Roy Campos, director general de Consulta Mitofsky, y Jorge Buendía, director de Buendía & Laredo, hablan de los riesgos que corren los encuestadores. Reconocieron que “hay lugares urbanos y rurales donde encuestar a ciertas horas del día es complicado; no sólo en Zacatecas, todo el país tiene complicaciones, aunque se puede hacer de cierta manera”.

Roy Campos especificó que “si no tienes cuidado, no puedes hacer el trabajo, pero si pueden camionetas de refresco, de pan repartir, también pueden encuestadores, nada más hay que tener cuidado”.

Reconoció que en Apatzingán “retuvieron a seis míos y los detuvieron por 76 horas”.

Jorge Buendía señaló que “la problemática tiene dos vertientes, hay zonas a donde nos vamos: Tamaulipas, norte de Tamaulipas, olvídate de encuestar; Chilapa, no hay encuestas; en el triángulo Chihuahua, Sinaloa, Durango, de preferencia no entramos; tenemos mecanismos para sustituir esas opciones; buscamos una sección que se parece a esa en términos electorales, eso es básicamente lo que se hace. Ese es el problema extremo. Tenemos un intermedio donde ir a lugares, donde hay probabilidad de ser víctima de un delito, como dice Roy, Estado de México, Ecatepec, Tecamac. Donde más hemos perdido las tablets que usamos es en el Estado de México y en Gustavo A. Madero. Es otro tipo de problema. Otra forma de incidencia es que ya no entrevistamos en la noche, a las cuatro o cinco de la tarde terminamos lo ejercicios, y eso tiene incidencia porque la población trabaja, regresa a su hogar después de las seis de la tarde, sólo lo encontramos los fines de semana. Eso te limita”.

Esos márgenes de error, “no lo sabemos”, dijo Roy Campos, “porque es de los que llamamos errores no muestrales, pero el error en el fraseo o la parte de horarios de días, de mentiras, esas tenemos que asumirlas y tratar de entenderlas. Sabemos que pasa, que puede haber mucho desempleado, ama de casa, estudiantes que no van a la escuela, tenemos que ajustar ponderadores para incluir gente de otro tipo”.

Jorge Buendía acotó que saben “cuál es el perfil de la gente que no estamos entrevistando como debiéramos, hombres de 18 a 29 son los que salen de su casa, que trabajan, la gente de mayor nivel educativo, de mayor ingreso; eso también incide, porque es gente que no podemos entrevistar. En San Pedro, Nuevo León, no pasas, no podemos entrar. Tengo un ejemplo que me gusta, en Tecamachalco teníamos que hacer una entrevista, planeamos 50 unidades, y nos abrieron en una de las 50 y nos negaron la entrevista”.

Roy Campos explicó que “hay tres problemas básicos, cobertura, porque no podemos llegar a todos lados; rechazo, porque no todos contestan, y validez de lo que contestan, son los tres niveles que podemos enfrentar”.

Pero con estos problemas, “ya hay tiro entre los aspirantes”, dijo Roy Campos, de acuerdo con una encuesta recién publicada.

Para Jorge Buendía, la diferencia “es sistemática. Te diría Meade y Anaya están en el margen de error los porcentajes, pero en el caso de Andrés Manuel López Obrador, yo los traigo más alto, ahí hay una diferencia sustantiva”.

Para Roy Campos, “las mediciones se harán cada uno o dos meses”.

Para Jorge Buendía “cuando haces la serie de encuestas, las que ves que varían más es en estimación tanto del PRI o de Morena. La estimación de la fuerza del PRD y del PAN hay más homogeneidad”.

Esas divergencias pueden ser porque “esconden su preferencia. Siempre es una posibilidad, en Estados Unidos y Gran Bretaña se habla de los ‘votantes tímidos’, en este caso sería que rechacen más decir por quién votan. Igual no te gusta decir que eres priista, pero la tendencia histórica es que jamás hemos subestimado al PRI, pero el problema ha sido el contrario, la sobreestimación del PRI. En el caso de Andrés Manuel López Obrador, se le subestimó en 2012; se le sobreestimó en 2006, la evidencia no es contundente, pero ese no es el problema. Creo que podemos tener problemas de rechazo. Cuando analizas una encuesta encontramos muchas inconsistencias, nuestro trabajo es eliminar estas inconsistencias o reducirlas. Las respuestas reflejan incertidumbre”.

Para Roy Campos, su reciente encuesta “tiene coincidencias con la de Jorge: las variaciones que alguien podía esperar con las destapadas recientes tampoco son tan grandes; el orden que va primero, segundo tercero, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade. También desmiente tres cosas: López Obrador dice que va 15 puntos adelante, (la encuesta revela que) no; Anaya dice que Meade ya está descalificado, tampoco; Meade dice que Anaya ya no juega, no. Todos haciendo su juego en la estrategia de discurso”.

Además, “hay pocos ejemplos en los que hay dos candidatos con personalidades estridentes y un mediador; porque cuando es entre dos, el estridente tiene más ventaja y más cuando es el opositor, pero aquí tenemos dos estridentes opositores y el tranquilo es el Gobierno”.

Jorge Buendía consideró que “la oposición, creo, es la más estridente porque tiene más que resaltar, aquí pudiéramos tener más, si entra el Bronco”.

Roy Campos señaló que “en Coahuila no ganó el estridente”, pero, dijo Buendía, “el público quiere estridencia. La demanda ciudadana quiere que alguien proponga cambios, si tú con un tono pausado, tranquilo, hablas de mantener el estado quo, te alejas del electorado que está pidiendo un cambio. Creo que una de las cosas fascinantes de la opinión pública es que siempre hay esperanza de cambio”.

“Digo fascinante por el tema del desengaño”, acotó Buendía, “pareciera que cada seis años renovamos el compromiso y creo que por primera vez en un buen rato no tenemos un candidato que propiamente este despertando la esperanza. López Obrador es una carta que ya hemos visto varias veces; no es la expectativa de cambio de 2006; no es el 2012 con Peña”.

Pudiéramos tener la paradoja, “de que por primera vez nadie despierte la expectativa de cambio como lo hicieron en el pasado Peña, Fox y López Obrador”.

Roy Campos destacó que, “de acuerdo con unos datos cruzados de los que no votaron en 2006 y 2012, ellos no quieren al PRI, entonces, en la campaña de Meade tendrán que ver cómo van por ellos”.

 

(Con información de Estrictamente Personal)

tfo