En 2009 se concebía la primera criptomoneda mejor conocida como Bitcoin es una moneda como el peso o el dólar que sirve para intercambiar bienes y servicios.
Sin embargo, a diferencia del resto de las monedas, el Bitcoin es una divisa electrónica descentralizada, es decir, no tiene un emisor central como un ente gubernamental o un banco central que lo emita y lo respalde.
Se basa por completo en el sistema digital que fue ideado por su creador: la blockchain o cadena de bloques.
Otra de las características de la Bitcoin es que su creador continúa siendo anónimo y fue quien decidió que su invento fuera de licencia libre por lo que tampoco le pertenece a ningún individuo o compañía privada; así que quienes mantienen en funcionamiento su plataforma son los propios usuarios.
Así que cualquier interesado puede invertir en Bitcoins sólo basta ingresar a internet y generar una cartera electrónica para comprar y o vender criptomonedas.
La moneda tiene literal dos caras: la positiva y la negativa; el primer lado es que ha convertido en millonarios a jóvenes como el caso de Erik Finman quien en 2012 invirtió mil dólares en Bitcoins y hoy a sus 20 años es uno de los inversionistas más poderosos en este mercado; pero, por otra parte, en la otra cara de la moneda, diversos hackers, que con sus virus como el Wanna Cry ponen en alerta a la población, exigen sus rescates en Bitcoins.
Con información de Arely Melo
LSH
