Al iniciar mesas previas a la quinta ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en que Estados Unidos busca un comercio justo y que los países que hacen trampa no serán tolerados. “Estas dos palabras, justicia y reciprocidad, son una invitación abierta para cada país que busque hacer negocios con Estados Unidos. Y son una advertencia firme para todos los países que hagan trampa y agredan económicamente, como lo han hecho en el pasado. En especial en el pasado reciente”, agregó.
Ante esas palabras, “México no se pone el saco, porque el presidente habla de países que tienen intervencionismo y con los que tienen problemas con el acero”, señaló el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, en entrevista para Despierta con Loret.
El funcionario abundó que “al final del mes habrá un encuentro en Alemania, a donde acudirá el representante comercial Robert Lighthizer, para atender el tema del acero”.
Sobre la renegociación del TLCAN, el funcionario confirmó que “algunas mesas ya iniciaron, antes del arranque formal de la renegociación, que es en un día. Acordamos hacerlo así porque son 30 grupos técnicos de trabajo que tienen que avanzar en algunos de los temas. El hecho de que no estemos los ministros no quiere decir que no le estemos dando seguimiento; no es desdén. Desde que estuvimos en Danang, en Vietnam, acordamos que íbamos a dar espacio para que trabajaran, conscientes de que necesitamos rebotar algunas de las cosas más complejas”.
Detalló, “por ejemplo, ya tenemos su propuesta para modificar las reglas de origen, con los porcentajes para la industria automotriz, pero tenemos que entender cómo va a suceder, porque, tu periodo de transición lo quieres para tres años cuando los modelos 18 ya están en el mercado y los modelos 19 ya están casi listos, entonces queremos entender técnicamente cómo piensan operar algunas cosas que no tienen sentido”.
Específicamente sobre la propuesta de Guajardo, en torno de que haya un mecanismo más riguroso de revisión del tratado, sin que signifique la finalización del TLCAN, el titular de la Secretaría de Economía reconoció que “el tema es que no estaba en el NAFTA original una cláusula de revisión, ahora proponemos formalizar una evaluación cada cinco años, pero no aceptemos una muerte súbita. Hagamos una evaluación para ver qué ha ido pasando con una agenda de análisis y qué efectos ha tenido en nuestro acuerdo y en función de los resultados cada país decidirá qué quiere hacer en adelante”.
Detalló que, “si hay un problema con la creación de empleos, pues hay que evaluar la creación de empleos, pero no sólo en función de lo comercial, sino de todos los factores que están impactando, para encontrar soluciones”.
Sobre la declaración de Wilbur Ross en el sentido de que la terminación del TLCAN “sería devastador para México”, el secretario Guajardo señaló que “hay que entender el contexto en que hace la declaración, que es un evento con empresarios; pero el negociador del Tratado es Lighthizer”.
Guajardo reconoció que “sí, para México el comercio exterior representa el 40% del Producto Interno Bruto y para Estados Unidos, el 4%, pero hay que analizar cómo impacta regionalmente; el cinturón del maíz de Estados Unidos es donde gobiernan republicanos y los legisladores son republicanos, qué pasaría con ellos si México deja de comprar su producto. Ayer hubo una carta de 72 congresistas diciendo a sus propios negociadores que la cuestión automotriz que están proponiendo va a destruir la industria”.
El secretario insistió en que “no tiene razón Ross; sin duda, la cancelación del acuerdo puede tener impacto en el corto plazo, porque el branding es muy sensible en el mercado, pero el análisis se debe hacer territorial y por sectores. Cómo impactaría la cancelación, depende de la capacidad de ajuste y cómo lo hagamos, eso tiene que ver con la resistencia que tengamos para enfrentar una eventual cancelación”.
Ildefonso Guajardo señaló que la negociación del TLCAN seguirá el próximo año, y que trabajan en la agenda. “Desde la última vez que nos reunimos, ellos daban por supuesto que para nosotros era vida o muerte si no terminábamos la negociación en diciembre, pero a nadie espanta que sigamos negociando. Programaremos mesas para el primer trimestre el próximo año y, si para marzo no estamos avanzados, la pregunta que se tiene que hacer es si es conveniente meter ruido en el proceso electoral o mejor brincar el charco y reanudar la renegociación con una nueva administración”.
Por lo pronto, recordó, “tenemos la mesa de noviembre en México y la de diciembre en Washington y ya haremos la agenda”.
Reconoció que el gobierno de Estados Unidos “actualmente tiene su prioridad número uno en el procesamiento de la reforma fiscal”.
Señaló que no es posible decir si la Casa Blanca cancelará el tratado porque “predecir al presidente Trump no es un ejercicio fácil”. (Con información de Despierta)
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