El testamento es unos de los medios más apropiados por el cual los padres pueden designar un tutor que tenga el cuidado y la guarda de la persona y bienes de los hijos, en caso de la muerte de ambos padres.
En un comunicado, el Colegio Nacional del Notariado Mexicano explicó que en caso de que el padre o la madre mueran, la patria potestad recaerá en el padre o madre que vive y no en el tutor nombrado por el otro progenitor en su testamento; el tutor solo será responsable del menor en caso de la muerte de ambos padres.
También detallaron que cualquier persona diferente a los padres que ejerza la patria potestad de un menor de edad, por ejemplo, los abuelos, también pueden nombrar un tutor para sus nietos en su testamento.
De igual forma, se puede hacer una patria potestad para una persona discapacitada mayor de edad que no pueda gobernarse por sí mismo, por lo que se podrá nombrar un tutor.
Los notarios refieren que si una persona deja bienes en su testamento a alguien con capacidades diferentes que no esté bajo la patria potestad de nadie, puede nombrar un tutor para la administración de esos bienes.
Indican que en todos los casos donde un testador nombra un tutor, también debe nombrar un curador, el cual estará obligado a vigilar la conducta del tutor y dar aviso al juez si considerara que algo es perjudicial para el beneficiario.
Finalmente, recuerdan que los padres pueden nombrar un “tutor sustituto en caso de que el tutor asignado primeramente muera antes o al mismo tiempo que ellos.
Con información de Notimex
MLV
