La noche del 19 de septiembre, la señora Evangelina Flores estaba en la sala de espera de la Cruz Roja de Polanco. Había llevado a su sobrina Karen, de 21 años, a quien se le reportaba grave, con varias fracturas de cadera.
“Estamos orando también por toda la gente porque creo que todos estamos igual de asustados, y dios quiera que todo salga bien, no sólo con mi sobrina, sino con mucha gente que está en diferentes hospitales”, señala la señora Evangelina.
Después de 6 días de estar hospitalizada y someterse a una cirugía de cadera, la noche de este 25 de septiembre Karen Flores fue dada de alta.
Una ambulancia la trasladó a su casa, en San Antonio Tecómilt, en Milpa Alta.
“Pues feliz de que otra vez regresa con nosotros, a Dios de que la dejó para que esté con nosotros y que le da una oportunidad más de vida”, dice César Flores, papá de Karen.
El día del sismo, Karen estaba en la Escuela Superior de Comercio, en Xochimilco. Intentó salir a prisa, pero toda una barda le vino encima.
“Estaba con mi novio y el como pudo me quitó todos los tabiques que me habían caído. Cuando llegué a la Cruz Roja sí iba muy asustada, iba lloré y lloré”, recuerda Karen.
Después de esta dolorosa experiencia, Karen reflexiona sobre la importancia de que las construcciones en este país se realicen de manera segura, apegadas a la normatividad.
“Deben de revisar mucho las medidas de seguridad, las construcciones porque luego no están bien construidas y es lo que pasa que ya salimos lesionados”, puntualiza Karen.
Ahora, Karen ya está en casa, sana y salva. Su familia la recibió con globos y fiesta.
“Fue muy bonito, porque todos estaban gritando Karen, Karen”, dice la joven.
“Yo le doy gracias principalmente a Dios y sobre todo agradeciendo a todos los mexicanos si es posible porque si de una forma u otra a todos nos ayudaron. Todos unidos y adelante, yo creo que México está de pie y estamos de pie todavía”.
Con información de Irlanda Maya
AAE