CRIMEN Y SEGURIDAD

Los menores, víctimas olvidadas de la violencia de género

Patricia vuelve a sonreír y se muestra ilusionada planificando su verano. Atrás dejó el pánico y tener que convivir con su padre en estas fechas, después de que un juez le obligara a ella y a su hermano Jesús a un régimen de visitas, a pesar de que había sido condenado por violencia de género.

“Para mí lo normal era vivir con el miedo cuando él llegara. Con el miedo a que mi madre, a lo mejor, en un momento dado, se enfrentase a él y desembocase en una pelea más gorda”, recuerda Patricia Fernández, hija de víctima de violencia de género.

Fue entonces cuando Sonia no aguantó más y decidió divorciarse de su marido a pesar de que éste le había amenazado con los niños.

“Cuando yo me separé, no era yo, eran los niños, el miedo que tenía que los pudiera coger, los pudiera hacer cualquier cosa, y desaparecer, o matarlos”, narra Sonia Fernández.

Los menores, hasta ahora, han sido las víctimas olvidadas en los casos de violencia de género. Su protección es una de las más de 200 medidas que incluye el Pacto de Estado firmado en España por todos los partidos políticos, menos el de izquierdas Podemos.

“Que supone un recordatorio de lo que no se está haciendo bien. Vuelve a insistir mucho en todas las cuestiones, por ejemplo, educativas, en materia de prevención, que es una denuncia permanente”, dice Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres.

Un acuerdo de mínimos a nivel político que deja al descubierto medidas que impliquen a la justicia, el gran frente con el que se encuentran las mujeres cuando denuncian ser víctimas de violencia.

“Cómo es posible que diciéndome que estamos haciendo todo lo posible contra la violencia de género, a mí no me hayan creído en el juzgado, por ejemplo, eso pasa todos los días”, añade Marisa Soleto.

Se destinarán mil millones de euros en los próximos cinco años para que puedan aplicarse estas medidas que en general son valoradas positivamente por las organizaciones de mujeres.

Menos optimistas se muestran las que han sufrido malos tratos.

Al respecto, Sonia Fernández dice: “Que yo no creía en la justicia, que yo tuve suerte, que salí, gracias a Dios. Pero yo no me creo nada hasta que lo vea”.

Uno de los puntos más valorados es la protección de los menores.

Patricia consiguió alzar su voz cuando con 16 años escribió un libro titulado “Ya no tengo miedo” donde relata su experiencia.

“No le hacía falta darme una bofetada o decirme un insulto para que yo captase el mensaje. Se lo veía en la cara”, recuerda Patricia.

En la actualidad ha creado una asociación de menores víctimas del maltrato para ayudar a otros niños en su misma situación.

Mientras continúan los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas. De hecho, este mismo miércoles un hombre de 71 años confesaba haber matado a su esposa. Con ella, oficialmente son 33 las mujeres muertas por violencia de género en lo que va de año.

Con información de Yolanda Fernández.

 

AAE