De acuerdo con expertos en aprendizaje socioemocional, la autorregulación es la habilidad que tenemos las personas para regular nuestros pensamientos y emociones, y así lograr los objetivos.
De ahí que la falta de autorregulación en los niños, por ejemplo, afecte considerablemente su proceso educativo en distintas áreas.
Leticia Valero Pérez- Vargas, experta en capacitación socioemocional de maestros y padres de familia, comentó: “Un niño que tiene un desarrollo socioemocional sano, es un niño que le va ir mejor en la escuela a comparación de un niño que quizás tenga un IQ más alto pero su habilidad de autoregularse no sea la óptima”.
Leticia Valero, experta en capacitación socioemocional de maestros y padres de familia, considera que la autorregulación es el cimiento para el bienestar de los niños, y por tanto, que su proceso educativo se dé de manera óptima.
“A veces pasa que los niños van a la escuela y les damos horas de clases de matemáticas, horas de clases de ciencia, horas de clases de lectoescritura, y si no está éste cimiento sólido, esto no va poder crecer”, destacó Leticia Valero Pérez- Vargas.
Y es que cuando un niño no sabe regular sus emociones, no puede concentrarse, ni poner atención, ni mucho menos aprender.
Leticia Valero, experta en capacitación socioemocional de maestros y padres de familia, agregó: “Un niño que puede manejar un enojo, un niño que puede manejar una tristeza, un niño que puede manejar su frustración de una manera óptima, es un niño que cuando algo ocurre lo maneja y después puede otra vez estar atento al aprendizaje, pero un niño que le sobrepasa el enojo, le sobrepasa la frustración, cualquier cosa lo irrita, no puede estar digamos aprendiendo, porque está más bien tratando de pelear con las emociones”.
De acuerdo con investigaciones sobre el tema, el 40 por ciento de los niños no tienen la capacidad de autorregulación de sus emociones.
Leticia Valero Pérez- Vargas dijo: “Lo más preocupante es saber que también a los adultos a veces nos falta esa habilidad”.
Leticia Valero sugiere que tanto maestros como padres de familia ayuden a los niños a encontrar esa regulación, primero, reconociendo la emoción que están sintiendo asignándole un nombre, después empatizar con el niño y finalmente, buscar una solución.
Leticia Valero, experta en capacitación socioemocional de maestros y padres de familia, comentó: “Cuando el niño tenga una emoción hay que ayudarle a reconocerla, empatizar con él, primero ayudando a reconocerla dándole un nombre, te ves frustrado, te ves enojado, después empatizar, tu querías el juguete, tu querías haber pasado la materia y reprobaste, una vez que eso ocurre entonces ya podemos llevar al chico a solucionar su problema”.
En todo caso, afirma la experta, es necesario que los programas oficiales incluyan el tema de la autorregulación de los niños en el aprendizaje, con el propósito de hacer más eficiente el proceso educativo en todos los niveles escolares.
Con información de Karina Cuevas
LSH
