POR EL PLANETA

Costa Rica, hogar de los monos del nuevo mundo

Hace 20 millones de años, cuando el mundo era diferente, especies de monos de África y Asía cruzaron puentes de tierra y llegaron hasta lo que hoy conocemos como Sudamérica, donde se diversificaron y se extendieron hasta el sureste de México. Son los monos del nuevo mundo.

En los límites entre el Parque Nacional de Corcovado y Playa Carate es posible avistar a tres de las cuatro principales especies de los monos del continente americano, que siguen siendo un eslabón de los grandes primates del viejo mundo.

Cualquiera que haya estado en la selva nunca olvidará la primera vez que escuchó el sonido estridente de un saraguato. Y la sorpresa que se llevó, cuando finalmente descubrió el tamaño del mono aullador negro. Como sea, es el animal terrestre más ruidoso de América.

Mono aullador negro de Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Su llamado es un sonido gutural de baja frecuencia que viaja hasta cinco kilómetros a través del bosque lluvioso. Poseen sacos laríngeos que amplifican el sonido. Es su forma de afirmar su territorio, proteger a su familia y su alimento, y vaya que les da resultado.

Los árboles les garantizan cobijo y comida, son vegetarianos. Y más te vale no meterte a su territorio. Su fuerza reside en la disuasión.

Erick “Forta” Gómez, guía naturalista, explica: “Especialmente ellos hacen este ruido en la madrugada de fijo, pero durante el día si hacen ese ruido es porque solamente, digamos como una alerta, y solamente hacen ese ruido cuando ven un puma”.

Monos capuchinos de Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Menos estridente es el mono cara blanca o capuchino. Vive una vida sin grandes complicaciones, evitan la fatiga con movimientos mínimos. Comen todo lo que se le atraviese en su camino y habita casi en cualquier tipo de árbol.

Estos monos duermen durante la mañana, después de la primera comida, al medio día, antes de que caiga la lluvia, por el calor, solos o acompañados, entre siesta y siesta, a la última hora de la tarde, antes del anochecer, después de dormir, para después volver a dormir.

Las crías, mientras otros duermen, hacen de las suyas. Y cuando son descubiertas, también hacen como que duermen. Mucho más difícil de ver, el mono ardilla o “titi”, brinca de árbol en árbol. Y no es fácil para un fotógrafo seguir su rastro.

Apenas mide unos 30 centímetros y pesa menos de un kilogramo. Viaja en grupo de hasta 20 individuos. A diferencia de otros monos, su cola no es prensil, por lo que dependen de su habilidad para saltar. Es un omnívoro voraz.

Erick “Forta” Gómez, guía naturalista, señala: “Recorre grandes distancias, siempre está saltando, porque digamos, saltando también ellos mueven las ramas, muchos insectos van a caer, otros van por abajo recogiendo lo que cae también. Escogen esa palmera, la palma real, porque es un lugar donde están protegidos también, un zorro, un predador, una boa que se los comen no se va a trepar a un árbol de esos”.

Desafortunadamente es el mono más amenazado en Centroamérica. Se estima que solo sobreviven unos tres mil en vida libre.

Mono titi de Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Observamos una familia de monos titis, de hecho están aquí arriba, y es realmente impresionante.

Costa Rica tiene la mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado en el mundo, aquí observamos monos titis, de aquel lado observábamos un halcón, dos iguanas grandes, uno va caminando por los senderos y se va encontrando con diferentes especies, es realmente sorprendente.

Se piensa que más de la mitad de las 700 especies de primates que existen en el mundo están en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat.

Mañana, las aves más coloridas del mundo.

Con información de Alberto Tinoco

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MLV