El Gobierno chino protegerá los derechos legítimos de Liu Xia en base a la ley”, aseguró Zhang Qingyang, portavoz de la Oficina de Información del Gobierno de la ciudad de Shenyang, donde el nobel de la Paz 2010 falleció, el jueves, bajo custodia.
Preguntado por si Liu Xia podrá viajar al extranjero como desea, Zhang respondió que la viuda del Nobel es libre, pero ahora mismo siente un “enorme pesar” por la muerte de su marido y las autoridades, dijo, “han respetado su deseo de no ser molestada”, según la prensa oficial.
Sus declaraciones se produjeron durante una rueda de prensa en la que se anunció que Liu Xiaobo fue incinerado, tras una ceremonia “privada”, después de que falleciera el jueves en un hospital entre fuertes medidas de seguridad.
Las cenizas de Liu Xiaobo fueron esparcidas en el mar, informó su hermano mayor, Liu Xiaoguang, en la conferencia.
El régimen comunista aseguró que la familia decidió incinerar el cuerpo del Nobel y celebrar un “funeral simple”, si bien los amigos de la familia rechazaron la versión oficial y aseguran que Liu Xia está bajo estricto control de las fuerzas de seguridad.
Tras el fallecimiento del disidente, ahora todas las miradas están puestas en la viuda, pues sus allegados advirtieron de que está en un frágil estado de salud después de pasar los últimos casi siete años bajo arresto domiciliario, sin haber sido acusada de ningún delito.
Con información de agencias.
RMT