Celso Alejandro, presunto homicida del párroco de San Isidro Labrador, Luis López Villa, fue ingresado este fin de semana al penal del Bordo en Nezahualcóyotl, Estado de México.
Su detención se realizó el pasado 6 de julio, horas después de registrarse el homicidio del sacerdote de 73 años de edad al interior de la parroquia, en el municipio de Los Reyes La Paz. Miguel Ángel Tostado Reyes, fiscal especializado en homicidios del Valle de México, señala que en la investigación se lograron “establecer diversos indicios que nos llevan a acreditar su posible participación en el hecho, no hay una persona o un testigo que directamente lo impute; sin embargo, hay varios testigos que a manera indiciaria y circunstancial nos han podido establecer que él, muy probablemente, haya sido el autor del homicidio”.
De acuerdo con la carpeta de investigación, Celso Alejandro tenía llaves para entrar a la vivienda del sacerdote, quien presuntamente había sido víctima de robo de dinero en efectivo en al menos seis ocasiones recientes,
Miguel Ángel Tostado Reyes dice: que se acreditó “en una inspección que se hizo en su cuarto, encontrar una prenda de vestir, un pantalón corto, una bermuda de mezclilla que tenía manchas hemáticas. Se logró acreditar mediante el examen de genética que la sangre que le fue encontrada en esa prenda de vestir correspondía a la sangre del occiso”.
Este lunes, el juez de control realizó la audiencia inicial en la que Celso Alejandro se reservó su derecho a declarar, por lo que será hasta el próximo viernes cuando se decida si será vinculado a proceso.
Sonia Rivera, vecina de Los Reyes la Paz, afirma que van a extrañar mucho al sacerdote, “la verdad es algo que nos va a costar trabajo superar”.
Desde la muerte del padre Luis López, la parroquia de San Isidro Labrador de encuentra cerrada y con sellos que prohíben el acceso hasta que concluya la investigación.
Con información de Carlos Guerrero
MLV
