La nefropatía diabética es la enfermedad renal crónica que se presenta en pacientes con diabetes. No provoca ningún síntoma hasta que el daño en los riñones es grave.
Don Fortunato llegó con diabetes, hipertensión y una función renal por debajo del 10% al Servicio de Nefrología del Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
“Con la diabetes yo tengo más de 20 años, la pierna, esa me la cortaron hace dos años, va para tres y la mera verdad los riñones ya no me sirven los dos”, comentó Fortunato Jiménez.
El daño renal puede comenzar de cinco a 10 años antes del inicio de los síntomas.
Aunque no existe una cura para la nefropatía diabética, los tratamientos de diálisis peritoneal, encargada de eliminar sustancias dañinas de la sangre cuando los riñones ya no lo pueden hacer, ayudan a retardar o detener el avance de la afección.
“Nosotros tenemos una sobrevida aproximada de 48 meses en la técnica y después pasan a otras técnicas o llegan a fallecer los pacientes”, aseguró Rodolfo Cortina, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del ISSSTE.
Al ser diagnosticado con insuficiencia renal, Don Fortunato comenzó un tratamiento de diálisis peritoneal que no daba mucho tiempo de vida.
“A mí me decían que teniendo la diálisis no duraba uno más que tres meses y ya llevo ocho años”, detalló Fortunato Jiménez.
“Ahorita ya está anúrico, es decir, ya no orina, acaba de dejar de orinar hace un año, el siguió orinando durante siete años de su tratamiento, acaba de perder ya la función renal residual que tenía, la acaba de perder”, explicó Rodolfo Cortina.
A nivel mundial, la tasa de mortalidad por nefropatía diabética es de 6.5 por cada 100 mil habitantes.
En México es de 48.2 por cada 100 mil, una cifra casi ocho veces mayor.
“Esto ha venido incrementando ya de una manera fuerte hasta un 10% de crecimiento al año, se habla de 60 mil pacientes en terapia de reemplazo renal actualmente, entonces realmente es un gran problema de salud pública”, dijo el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Regional “Adolfo López Mateos” del ISSSTE.
Los tratamientos consisten en mantener los niveles de glucemia bajo control y reducir la presión arterial por medio de medicamentos y un régimen alimentario especial para proteger los riñones.
Que la enfermedad avance o no y la velocidad de su avance dependen de cada persona y de la etapa en la cual se diagnostique la afección.
Don Fortunato está cumpliendo con todo el plan de tratamiento indicado por los médicos para desacelerar el avance de la enfermedad.
“Voy a seguir luchando hasta que ya no pueda, tenemos que seguir adelante”, comentó Fortunato Jiménez
En México, los fallecimientos por insuficiencia renal pasaron de ocho mil 598 en el 2000 a 13 mil 300, en el 2015.
Con información de Cinthya Marín
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