“La corrupción es la peor plaga social porque genera gravísimos problemas y crímenes que implican a todos”, subraya Francisco en el libro escrito por el cardenal Peter Tuckson, prefecto del Dicasterio (el ministerio) del Desarrollo Humano Integral, junto al filósofo y miembro de esa institución vaticana Vittorio Alberti.
Ante ello, Jorge Bergoglio afirma que cristianos y no cristianos tienen que ser “como copos de nieve que forman una avalancha, un movimiento fuerte y constructivo. Este es el nuevo humanismo. Este renacimiento, esta re-creación contra la corrupción que podemos realizar con audacia profética”.
“Trabajar todos juntos, cristianos, no cristianos, personas de cualquier fe y no creyentes, para combatir esta forma de blasfemia, este cáncer que destruye nuestras vidas”, añade.
Advierte de la necesidad “urgente” de que se tome conciencia del problema y para ello “se necesita educación, cultura misericordiosa, cooperación por parte de todos, según las propias posibilidades, talento y creatividad”.
En el prólogo de este libro, que trata sobre “cómo combatir la corrupción en la Iglesia y en la sociedad”, el pontífice considera que esta lacra es “el origen de la explotación del hombre, de la degradación y de la falta de desarrollo, del origen del tráfico de de armas, de la injusticia social y de la mortificación de mérito”.
Culpa a la corrupción de ser “la raíz de la esclavitud, del desempleo, de la incuria de las ciudades, de los bienes comunes y de la naturaleza”.
Francisco dice que la corrupción es “el lenguaje de las mafias y de las organizaciones criminales en el mundo” y que el corrupto “olvida pedir perdón porque está sacio y lleno de sí”.
“Nuestra corrupción es la mundanidad espiritual, la tibieza, la hipocresía, el triunfalismo, el hacer prevaler solo el espíritu del mundo sobre nuestras vidas y la indiferencia”, señala Francisco.
RAMG