Se creía que en el Golfo de México la especie del tiburón Sierra había desaparecido, ya que no se tenían registros en los últimos 20 años. Fue hasta el mes de enero del 2016 cuando ciudadanos de la zona norte del estado de Veracruz capturaron una hembra que posteriormente fue trasladada al Acuario de Veracruz.
Biólogos del acuario buscan la manera de reproducir a esta especie en peligro de extinción, aprovechando que el ejemplar en particular tiene partenogénesis, lo que significa que las hembras pueden desarrollar sus óvulos sin necesidad de la fecundación de un macho, como se ha observado en condiciones naturales.
“El único ejemplar vivo de este pez Sierra que se tiene registro en los últimos 20 años pues está aquí, en las instalaciones del acuario, lo estamos manteniendo con el objeto de poderlo reproducir a un futuro, de que esto sea posible y con el fin de garantizar la preservación de esta especie por muchos años más en el Golfo de México”, explica Ricardo Aguilar, gerente técnico del Acuario de Veracruz.
Debido a que se ha adaptado muy bien en cautiverio, en el Acuario de Veracruz, el tiburón Sierra incrementó su tamaño y peso.
“El animal llegó midiendo 1.54 de longitud total y en la última medida que hicimos a principios de año, el organismo creció hasta dos metros de longitud, entonces eso quiere decir que va muy bien, se ha adaptado, está asimilando su alimento, lo que ha comido, y está creciendo”, dice el biólogo Raúl Marín Osorno.
El registro obtenido del desarrollo del tiburón Sierra es plasmado en una investigación que realiza el doctor Ramón Bonfil, autoridad mexicana reconocida a nivel internacional, que aporta importante información de la especie.
“Lo único que se sabía de los peces Sierra era que se capturaban hace muchos años, se medio aprovechaban en la carne, que eran animales muy grandes, que eran abundantes, cerca de la costa y lo único que se conoce de aquella época”, afirma el biólogo Raúl Marín Osorno.
La situación de los peces Sierra a nivel global es la misma, están al borde la extinción.
Por lo que especialistas en tiburones y rayas están haciendo lo posible por colectar más datos para preservar esta especie.
Con información de Mercedes Espíndola
MLV
