DEBATES Y ENTREVISTAS

AMLO y el Ejército; la mesa de análisis en Despierta

A Andrés Manuel López Obrador “le cayó la tormenta” cuando calificó de provocador al padre de uno de los estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre de 2014, dijo la periodista Elisa Alanís en la mesa de Despierta con Loret. “Fue un comentario precipitado y las consecuencias las estamos viendo y las está pagando”, redondeó.

Ese viaje de López Obrador a Nueva York “fue nefasto” para él, coincidió Roy Campos, “se equivocó y hace más grande la bola de nieve, no ha podido salir”. Sin embargo, de acuerdo con el fundador de Consulta Mitofsky, “para mí no se equivocó en el momento, porque no sabía quién era, pensó que era un provocador, pero no se disculpó después”, cuando supo quién lo espetaba.

Consideró que López Obrador está siendo vigilado con lupa y “lo que se diga va a quedar registrado”, como cuando desvía la atención al Ejército y mantiene declaraciones señalando a esa institución.

Rubén Aguilar, en tanto, afirmó que Andrés Manuel López Obrador “ha tenido una relación tensa con el Ejército”, recordó que “en 2012 no quiso que lo cuidara el Estado Mayor y contrató a un militar por fuera”, a quien le truncó la carrera.

Señaló que la relación del líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el Ejército es extraña. A las bases les promete “si yo llego, les subo el sueldo; pero se pelea con las élites, porque no tiene resuelta la relación”. Y advierte que un candidato que no tenga bien resuelta esta relación con las fuerzas armadas no tendrá una buena estructura.

Para Roy Campos, el Ejército ha sabido manejarse muy bien, “porque no se han partidizado”. Recordó que el general secretario “en diciembre salió y reclamó por la Ley de Seguridad Interior a Peña Nieto y a Calderón, y ahora respondieron a los reclamos de derechos humanos”. Desde su perspectiva, “salen ganando, se mantienen como serios” y demuestran que “aun en el sistema hay instituciones bien evaluadas”.

Elisa Alanís, en contraste, considera que “el Ejército sí se mete a un juego político electoral, lo busque o no”, al responder a todos los comentarios. Sin embargo, afirma Rubén Aguilar, el Ejército “está en la lupa con la ley de seguridad interior”.

El consejero político asegura que las organizaciones de la sociedad civil que señalan la discrecionalidad de la Ley de Seguridad Interior tienen razón, pues, si bien el Ejército, “en términos de doctrina militar no plantea la violación sistemática de los derechos humanos”, sí “han violado los derechos humanos, es una realidad, por eso la ley debe ser muy específica para no dejar lugar a dudas”

Más allá de su relación con el Ejército, coincidieron en que “en toda plática está López Obrador”, lo que se demuestra en el tema de la Convención Nacional Bancaria, donde los banqueros “ya están: ‘ahí viene López Obrador’, lo que lo hace parecer como ‘están todos contra mí’”, consideró Roy Campos, “y eso le viene bien”.

Y lo señalan como populista, “como si no existiera populismo en los otros partidos liberales”, afirmó Elisa Alanís.

Para Rubén Aguilar, López Obrador “es un amo de la victimización”, pero, cuestiona “habrá que preguntarse si queremos volver a un populismo como del echeverrismo, de hace 40 años”.

Campos subrayó que a AMLO le cuelgan etiquetas que dicen “es como Trump, generaría crisis, no apostaría por la democracia”, pero ninguna llega abajo, porque “son etiquetas de la élite; la base lo ve como honesto valiente y crítico”.

Y pese a las críticas, “en la Convención y en el Ejército dijeron que, si llegara, lo apoyan”, dijo Elisa Alanís, pero “todos tienen que decirlo”, porque son institucionales, rebatió Roy Campos, que considera que López Obrador quiere colgarse la etiqueta, para mantenerse como el candidato antisistema que va a “jugársela contra el proyecto neoliberal”.

En este ambiente, el Partido de la Revolución Democrática “ha llegado al nivel de pensar si puede conservar el registro solo o necesita alianza”, alianza, dijo Roy Campos. “Los perredistas de la base se identificaron con AMLO” y dejaron el partido, pero no todo está perdido para el instituto político, que podría salvarse, dependiendo de quién lo dirige.

Para Rubén Aguilar, el PRD, así como está, sólo puede aspirar “a la muerte, a la inanición; requiere un cambio absoluto, no nada más una propuesta electorera”.

 

 

 

tfo