ARTE Y CULTURA

Benito Juárez, personaje de claroscuros

Benito Juárez era un político muy hábil, “con más vocación, con más colmillo para la política”, de acuerdo con el historiador Alfredo Ávila Rueda. “Casi siempre pensamos en Juárez como el hombre que derrota a los extranjeros que quieren intervenir en México, pero es mucho más que eso”, afirmó en la mesa de Despierta con Loret.

El especialista explicó que Juárez se hizo aliado de algunos de sus enemigos para lograr sus objetivos. Se hizo aliado de “los militares criollos con mando de tropa, que no ven bien a un hombre de origen indígena que no tiene mando de tropa”, pero Juárez “construye alianzas cuando debe hacerlo y divide cuando es pertinente”, además de que “es estricto y da golpes de autoridad cuando es necesario”.

De acuerdo con Ávila Rueda, Juárez “es un personaje de claroscuros” que no duda en “traicionar a sus aliados para mantenerse en el poder”; tiene aspectos que “no caben bien en el retrato inmaculado de Juárez, pero necesarios para mantener el control en una nación revuelta”.

Juárez, abundó el historiador, no defiende indígenas ni se acuerda de sus orígenes, “olvidó el zapoteco, no volvió a hablar o escribir en su lengua, no piensa en los indios, para él sólo existen los ciudadanos”, lo cual “es una virtud para el liberalismo del siglo XIX”. “Juárez no creía en conservar los usos y costumbres.”

Porfirio Díaz, por ejemplo, “es continuador de Juárez en muchas cosas; fue profundamente popular, es héroe de guerra, es independentista porque consigue mantener la independencia del país frente al intento francés de invadir México”, pero también sabe usar a Juárez, “porque lo impulsa como mito” para conservar el control.

Sobre Juárez, finalmente, Alfredo Ávila Rueda afirmó que su gran virtud “fue transitar de un México de caudillos a un México de política”.

Benito Pablo Juárez García “tiene correspondencia con ayuntamientos con gobierno locales, con el señor que le pide ayuda para recuperar sus vacas; hace presidencialismo claro, porque le interesa controlar las elecciones hasta en los ayuntamientos”.

Otro político con habilidad impresionante para hacer política, dijo Ávila Rueda, es Lázaro Cárdenas, porque “sabe armar un partido político”.

Cárdenas “impuso al Estado sobre empresas que no obedecían las resoluciones de la Corte y no respetaban las leyes locales, ésa es su otra gran virtud”, finalizó el historiador.

 

 

 

tfo