ESTADOS UNIDOS

En marcha, estrategias para ayudar a dreamers que regresan a México

Lauro Silva es empresario, estudiante de comercio internacional y dreamer.

“Tengo 23 años, mi nombre es Lauro Silva, y tiene cinco años que regresé a México, estuve en Estados Unidos aproximadamente 12 años y me costó muchísimo cuando llegué a México integrarme a nivel cultural, a nivel de acceso de educación a nivel de acceso de oportunidades laborales”.

Reconoce que forma parte de una familia mexicana pero en Estados Unidos, “en algún momento pienso regresar pero de una manera legal”.

Lauro es uno de los miles de jóvenes estudiantes que regresaron a México voluntariamente o deportados durante la presidencia de Barak Obama.

Para la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) el tema de los dreamers mexicanos en Estados Unidos es más complejo de lo que se piensa, su dimensión no se limita a los que podría deportar la administración de Donald Trump.

“Por usar el nombre genérico de dreamers hay muchos
muchachos que fueron deportados por la administración del presidente Obama. Tienen necesidades de revalidación de estudios tienen necesidades de apoyos financieros necesidades de manutención apoyos para poder trabajar”, explicó Rodrigo Guerra Botello, secretario general de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior.

“El presidente Obama es el presidente que ha deportado al mayor número de dreamers. Los dreamers han estado llegando a nuestro país durante los últimos seis y siete años y se estima que hay entre 200 mil e incluso hasta 500 mil. Regresaron a nuestro país de mutuo propio o que fueron deportados. La única diferencia es que ellos decidieron regresar o fueron deportados antes de que se creara DACA”, detalla Rebeca Vargas, presidenta y directora ejecutiva de US-México Foundation.

Ante este panorama, el asunto de los dreamers toma dimensión mayor y con aristas de tipo social, económico, político y normativo. También alcanza a los familiares indocumentados de los dreamers DACA y de los otros dreamers que están ya en México.

“Los que son DACA dreamers pensamos que no están, o por lo menos o hasta ahorita, en riesgo importante de ser deportados en números importantes, son los dreamers que no se sumaron a la acción diferida los que pueden estar en peligro de ser deportados. El problema es para la sociedad mexicana es una solución que debe implicar mucho acompañamiento emocional, mucha educación a los propios mexicanos porque se les discrimina, cuando a alguien lo deportan normalmente es una situación penosa es una situación triste ellos mismos se sienten que fracasaron”.

El otorgamiento de becas anunciado por algunas universidades privadas no es suficiente para resolver la situación.

“El muchacho viene de un sistema educativo diferente, viene apesadumbrado por haber dejado sus vivencias quizás haber dejado familias, apoyos para que pueda retomar su lengua materna o quizá requieran de una beca de manutención”, dijo Rodrigo Guerra Botello, secretario general de la FIMPES.

“Un obstáculo es el cultural, ellos son chicos que crecieron básicamente en Estados Unidos y que su forma de ser de pensar es más americana que mexicana. Discriminación, a veces se les percibe como americanos más que mexicanos, en muchas ocasiones hablan bien español, pero no necesariamente lo escriben, también enfrentan tienen retos económicos. Y finalmente es la oportunidad de empezar a trabajar o de entrar a la universidad o a la escuela”, afirmó Rebeca Vargas, presidente US-México Foundation.

Desde la terminación de las campañas presidenciales en Estados Unidos, la FIMPES mantiene comunicación con organismos pares allá y asociaciones representantes de dreamers. Diseñan estrategias ante las posibles deportaciones, para ello, los dreamers que ya están en México les ayudarán a conocer el modo de vida, el modo de pensar y el modo de sentir de los jóvenes que aún están en Estados Unidos.

La FIMPES y US-Mexico Foundation implementan diversas estrategias de apoyo para los dreamers de manera independiente y en conjunto, a mediados de marzo, FIMPES pondrá en funcionamiento un portal bilingüe para ayudar en el proceso de revalidación, en la localización de una universidad en algún estado de la República o para conseguir su titulación.

Con información de Mario Villanueva Solorio

AGHO