ECOLOGíA

Con protección a las Islas Revillagigedo, México podría ser pionero en conservación

Es un oasis en el Océano Pacífico. El Archipiélago de Revillagigedo contiene ecosistemas marinos y terrestres únicos en el planeta. Las Islas San Benedicto, Clarión, Roca Partida y Socorro se convirtieron en una especie de cápsula en el tiempo que se mantuvo aislada por muchos años de la acción del hombre. Su evolución y adaptación a las condiciones climáticas propiciaron un terreno fértil para el desarrollo de creaturas excepcionales. La estructura geológica y ubicación del Archipiélago permitió que por muchos años sus ecosistemas se mantuvieran casi intactos de la acción del hombre.

Pero eso cambió. La pesca comercial en zonas prohibidas de la reserva natural, la muerte incidental de especies protegidas como la tortuga, el tiburón y la mantarraya gigante, y la pesca deportiva, amenazan los ecosistemas marinos.

Barco pesquero en las Islas Revillagigedo (Noticieros Televisa)

El Archipiélago de Revillagigedo es considerado como uno de los últimos acuarios que existen en el planeta. La Unesco lo declaró patrimonio de la humanidad. Esto abre la posibilidad de cancelar los permisos de pesca en la zona de amortiguamiento.

El gobierno de México decidió extender las restricciones de pesca. Que se pueda prohibir la actividad de pesca en 12 millas náuticas alrededor de las islas.

“Estamos en la actualización del programa de manejo y en donde vamos a prohibir la pesca deportiva en todo el polígono que conforma el Archipiélago de las Revillagigedo”; explica Alejandro del Mazo Maza, comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Con esta decisión se prohibirá la pesca en 12 millas náuticas que equivalen a 6 mil 367 kilómetros cuadrados del Área Natural Protegida. Sin embargo, investigadores y biólogos señalan que son insuficientes para proteger a la fauna marina de la pesca.

El Archipiélago de Revillagigedo es utilizado como escala durante las grandes migraciones de ballenas, tortugas y mantarrayas gigantes.

 

Ballena en las Islas Revillagigedo (Noticieros Televisa)

Investigaciones de los biólogos Dení Ramírez y Erick Higuera, quienes han trabajado en el comportamiento del tiburón ballena y la mantarraya, revelan que estas especies salen hasta 700 kilómetros del Área Natural Protegida.

“Por medio de foto-identificación hemos visto que las mantas se mueven entre las islas en donde afortunadamente pasan cierto tiempo dentro del área natural protegida, pero cuando se mueven están completamente desprotegidas”, dice Dení Ramírez, del Proyecto Tiburón Ballena México.

Datos de posicionamiento satelital de embarcaciones pesqueras y deportivas, tanto de México como de Estados Unidos, revelan actividades ilegales de pesca durante 2015.

El objetivo de las embarcaciones son el atún, el tiburón y el mero. Lamentablemente, durante la faena llegan a provocar la muerte incidental de especies protegidas como tortugas, delfines y mantarrayas gigantes.

Tortuga atrapada en una red (Noticieros Televisa)

Octavio Aburto, investigador del Instituto de Oceanografía Scripps de La Jolla, en California, propone que la prohibición de pesca de 12 millas náuticas pase 100 millas.

“Estamos proponiendo que el Gobierno mexicano considere un área cerca de 278 mil kilómetros cuadrados, que básicamente cubriría a estas cuatro islas y se protegerían las poblaciones de estos animales”.

Mapa de la propuesta para extender la zona de exclusion de pesca en las Islas Revillagigedo (Noticieros Televisa)

En este mapa se aprecia la extensión del área propuesta como reserva marina de no extracción. Las 100 millas náuticas equivalen a más de 278 mil kilómetros cuadrados.

Octavio Aburto afirma que la flota atunera mexicana no tendría una pérdida significativa en sus capturas. De acuerdo con su investigación, en 2015, los barcos atuneros pescaron 10 mil toneladas de producto dentro de las 100 millas náuticas que propone de exclusión. Esto equivale sólo al 10 por ciento de la captura total de la flota atunera mexicana.

El investigador asegura que la propuesta de reserva marina ayudaría a recuperar los stocks de atún, especie sobre explotada.

“Si se decreta un área de este tamaño podría ayudar a reducir esa incertidumbre porque creemos que puede ayudar a recuperar las poblaciones de atún y crear más beneficios económicos de lo que ahora se podría decir que es un impacto”.

La idea es garantizar la conservación y protección de los recursos naturales en concordancia con el aprovechamiento sustentable de las especies marinas.

El valor total de las actividades turísticas en el Archipiélago de Revillagigedo es de 14 millones de dólares por al año. Contrasta con los 8.5 millones de dólares que obtiene la flota atunera.

Mantarraya en Islas Revillagigedo (Noticieros Televisa)

Una mantarraya gigante deja más al del turismo de buceo que al pescador. Dejarla viva para observarla genera 5 millones de dólares por año a los diferentes prestadores de servicios. Pescarla, 500 dólares a un pescador. Parte de ese dinero debería destinarse en acciones de vigilancia y conservación de las islas.

“Por cada turista que ingresa a las Islas Galápagos les cobran aproximadamente 160 dólares, en México se cobra entre 60 y 100 pesos y no queda nada”; afirma Ignacio Millán Tovar, subprocrador de Recursos Naturales de la Profepa.

México podría convertirse en el siglo XXI en uno de los países pioneros en la conservación integral de uno de los últimos santuarios del planeta.

Con información de Santos Mondragón

MLV