ESTADOS UNIDOS

Trump acusa al FBI de ser incapaz de detener filtraciones a la prensa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó este viernes al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de ser incapaz de detener las filtraciones de información clasificada a la prensa, algo que, a su juicio, puede tener “un efecto devastador” para el país.

“El FBI es totalmente incapaz de detener a los ‘filtradores’ de seguridad nacional que se han infiltrado en nuestro Gobierno desde hace mucho tiempo”, denunció Trump en su cuenta personal de Twitter.

Según el presidente, el FBI ni siquiera puede encontrar a los que filtran información desde dentro de la propia agencia.

“La información clasificada que se está dando a los medios puede tener un efecto devastador en Estados Unidos”, sostuvo Trump en otro tuit al urgir a localizar de inmediato a los responsables de la divulgación de ese tipo de material.

Las críticas de Trump al FBI se producen a raíz de que se conociera que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó este mes sin éxito que esa agencia desacreditara públicamente informaciones de prensa sobre supuestos contactos con Rusia de la campaña electoral de Trump, según informaron este jueves la cadena CNN y otros medios estadounidenses.

La petición de Priebus estuvo relacionada con una información publicada por el diario The New York Times, según la cual varios asesores de la campaña presidencial de Trump mantuvieron “reiterados contactos” con agentes de la inteligencia rusa durante el año previo a las elecciones presidenciales del pasado noviembre en Estados Unidos.

Esa solicitud de la Casa Blanca al FBI viola normas gubernamentales emitidas en 2007 y 2009 que prohíben ese tipo de contactos en relación con investigaciones pendientes, según denunció el congresista demócrata John Conyers.

La conversación de Priebus con el subdirector del FBI Andrew McCabe indignó a algunos demócratas, que dijeron que el secretario general de la Casa Blanca estaba incumpliendo normas que pretenden limitar las comunicaciones entre la agencia de seguridad y la Casa Blanca sobre investigaciones en curso.

“La Casa Blanca simplemente no está autorizada a presionar al FBI para que haga declaraciones públicas sobre una investigación abierta sobre el presidente y sus asesores”, dijo el representante de Michigan John Conyers, el demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la cámara baja.

Un documento interno de 2009 del entonces secretario de Justicia Eric Holder indicó que el Departamento de Justicia debe asesorar a la Casa Blanca sobre pesquisas civiles o penales abiertas “sólo cuando sea importante para el ejercicio de los deberes del presidente y apropiado desde el punto de vista de la aplicación de la ley”. Cuando deban producirse esas comunicaciones, añadió el memorando, deben participar únicamente los miembros de más alto rango de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia.

El funcionario de la Casa Blanca no hizo comentarios cuando se le preguntó si el gobierno estaba preocupado por si las comunicaciones de Priebus con McCabe habían sido apropiadas. El funcionario no estaba autorizado a revelar el asunto de forma pública e insistió en mantener el anonimato.

El FBI no confirmó si había se había puesto en contacto con la Casa Blanca sobre la veracidad del reporte del Times.

CNN informó en un primer momento de que Priebus había pedido al FBI que se pronunciara sobre el asunto.

Trump se ha visto rodeado de preguntas sobre sus posibles lazos con Rusia desde que ganó las elecciones. Agencias de inteligencia estadounidenses han concluido además que Rusia interfirió con la campaña para ayudar a Trump a derrotar a la demócrata Hillary Clinton.

Trump despidió la semana pasada a su asesor de seguridad nacional Michael Flynn porque desinformó al vicepresidente, Mike Pence, y a otros miembros del gobierno sobre sus contactos con el embajador ruso en Estados Unidos. Flynn, que fue entrevistado por el FBI por esos contactos, fue acusado de haber hablado con el embajador en multitud de ocasiones durante la transición de gobierno, unas conversaciones en la que se habría tratado la política estadounidense de sanciones.

Aun así, Trump y sus asesores han negado haber mantenido contacto con autoridades rusas durante la campaña. Hasta la semana pasada, Trump dijo que “nadie que yo sepa” había hablado con agentes rusos de inteligencia antes de los comicios.

Priebus aludió a sus contactos con el FBI durante el fin de semana, cuando dijo a Fox News que “el nivel más alto de la comunidad de inteligencia”, le había asegurado que las acusaciones de contactos de la campaña con Rusia “no sólo se exageraron enormemente, también son erróneos”.

El senador Ron Wyden, demócrata por Oregon, dijo que los comentarios de Priebus abrían la puerta a que el director del FBI, James Comey, comentara públicamente la investigación de su departamento.

“Si el secretario general de la Casa Blanca puede hacer afirmaciones públicas sobre las supuestas conclusiones de una investigación del FBI, entonces el director Comey puede ser franco con el pueblo estadounidense”, afirmó Wyden.

Justin Shur, ex fiscal de corrupción pública del Departamento de Justicia, dijo que es imprescindible que las pesquisas del Departamento no se vean influenciadas por consideraciones políticas.

“En general, las investigaciones y procesamientos deben consistir en reunir los hechos y las pruebas y aplicar la ley”, dijo Shur.

Durante la campaña, Trump y otros republicanos criticaron duramente una reunión entre la entonces secretaria de Justicia Loretta Lynch y el expresidente Bill Clinton, esposo de la principal rival de Trump en las elecciones. La reunión se produjo mientras el FBI –que está supervisado por el Departamento de Justicia– investigaba el empleo por parte de Hillary Clinton de un servidor y una dirección de email privados.

La semana pasada, Trump declaró la guerra a las filtraciones a la prensa de información sobre su Gobierno que se han multiplicado desde su investidura el pasado 20 de enero, al asegurar que ha encargado una investigación de esos actos “criminales” y que los responsables pagarán “un gran precio”.

Entre las filtraciones que más han irritado a Trump está la que reveló que Michael Flynn, su exasesor de seguridad nacional, había conversado con Rusia sobre las sanciones impuestas a ese país y mentido al respecto al vicepresidente Mike Pence, algo que motivó la renuncia de ese funcionario.

 

CON INFORMACIÓN DE EFE Y AP

 

AAE