DEBATES Y ENTREVISTAS

El reto de la migración en la administración Trump, el análisis de Jorge Castañeda

Las redadas en contra de los migrantes y la cantidad de personas deportadas en sólo dos días son una muestra de que Donald Trump no reduce la presión sobre México, de acuerdo con el excanciller Jorge Castañeda.

En entrevista para Despierta con Loret, Castañeda recordó que las reglas han cambiado a partir de las órdenes ejecutivas que firmó Donald Trump, por lo que ahora pueden deportar a alguien “por cometer un acto acusable o imputable, no acusado ni sentenciado; lo que probablemente sea inconstitucional en Estados Unidos, porque se suspende la presunción de inocencia”, pero mientras se llevan los casos a la Corte “saca a miles”.

“Ahora pueden detenerlos y esposarlos hasta por haber conducido sin licencia”, afirma el escritor.

El exfuncionario recordó que las redadas pueden ser combatidas en tribunales, porque atentan contra los derechos humanos. Además, los migrantes que están ahora en suelo estadounidense “no quieren volver a México”.

Aseveró que ellos piden que el gobierno mexicano los “ayude a dar la pelea; necesitan abogados, dinero, traductores, gente que acompañe a los niños en los centros de detención”. Advirtió que, si no hay dinero, se necesita “conseguir recursos, porque cada mexicano que está allá y que deportan, es una familia que no recibe remesas”.

También dijo que “si empiezan a deportar gente criminal, se complica más la cosa, porque ya sacaron doctorados de asesinato, violación y etcétera en las cárceles de Estados Unidos” y puede ocurrir lo que en El Salvador, en los años noventa del siglo XX, cuando la cantidad de criminales deportados elevó los índices de violencia e inseguridad.

Castañeda recomendó que el gobierno mexicano “puede hacer mucho más en esta pelea, usando el sistema jurídico de Estados Unidos para defender a los mexicanos; se necesitan más recursos y más voluntad clara”. Sentenció que “las redadas no son un acto amistoso, eso no se hace entre países vecinos y aliados, hay otras maneras de hacer esto. Es una violación de derechos humanos”.

En la mesa, Castañeda se refirió también a la dimisión de Michael Flynn, el asesor de seguridad nacional de Donald Trump, quien renunció a su cargo debido a la controversia sobre sus contactos con el embajador ruso días antes de que Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos.

Según reportes de medios locales, Flynn habría conversado telefónicamente con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak, acerca de las sanciones que el gobierno del expresidente Barack Obama iba a imponer a Rusia por los ciberataques ocurridos durante la campaña electoral; conversaciones que ocurrieron antes de que el asesor fuera confirmado en el puesto y “en Estados Unidos es ilegal que civiles intervengan en disputas diplomáticas con otros países”, recordó Castañeda.

Flynn estuvo 24 días en el cargo. De acuerdo con Castañeda, eso ocurrió por los frentes que Trump ha abierto con los servicios de inteligencia, que “lo ventanearon”.

En la relación de Canadá y Estados Unidos, Castañeda reconoció que entra “en una categoría distinta, no les gusta trilateralizar su relación, prefieren relaciones bilaterales. Trump no tiene resentimientos con Canadá”.

Subrayó que “es más grande el déficit de México que el de Canadá, además de que está el tema migratorio”.

De acuerdo con Castañeda, el acuerdo comercial de América del Norte podría romperse en cualquier momento y “México tendrá que decidir si quiere cambiar el TLC y pasar por la aprobación de los Congresos, pero será complicado hacerlo en 2018, con elecciones en Estados Unidos y en México”. “Lo mejor será dejarlos irse y remitirse a las reglas de la OMC”, consideró.