CRIMEN Y SEGURIDAD

Muere el ‘capo de capos’ de la mafia italiana, Salvatore ‘Toto’ Riina

El notorio jefe de la mafia siciliana, Salvatore “Toto” Riina, que padecía varias enfermedades, murió de cáncer en el ala para prisioneros del Hospital Mayor en Parma, según informes de los medios de prensa italianos.

Riina, de 87 años de edad, exjefe de la temida Cosa Nostra, fue encarcelado en 1993 y estaba cumpliendo 26 cadenas perpetuas y se cree que ordenó más de 150 asesinatos.

El jefe mafioso había estado en un coma inducido médicamente y su familia había recibido un permiso especial para visitarlo en el ala de prisioneros del hospital en Parma, en el norte de Italia.

Además del cáncer de riñón, se informó que padecía una afección cardíaca y la enfermedad de Parkinson.

Riina nació en 1930 en el seno de una familia de agricultores pobres en Corleone, Sicilia, y su padre fue asesinado cuando tenía 13 años y a los 19 se unió a la mafia local, cometiendo su primer asesinato para obtener la entrada.

Riina tomó el control del grupo criminal Cosa Nostra en la década de 1970. Su reputación de crueldad le valió el apodo de “La Bestia”.

Pasó casi un cuarto de siglo evadiendo la justicia, quedándose todo el tiempo en la isla de Sicilia.

En 1992, dos jueces anti-Mafia, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, que habían llevado a decenas de mafiosos a juicio en la década de los 80’s, fueron asesinados en la “guerra contra el Estado” de Riina. Un año después, finalmente fue capturado.

Incluso en detención, Riina ordenó el asesinato de un niño de 13 años, secuestrado para tratar de evitar que su padre revelara información sobre la mafia. El niño fue estrangulado y su cuerpo se disolvió en ácido.

Como protesta por su arresto, sus asociados llevaron a cabo una serie de atentados con bomba en Roma, Milán y Florencia en 1993, dejando 10 personas muertas.

Riina había sido encarcelada bajo el “régimen penitenciario del Artículo 41-bis” que imponía estrictas medidas de seguridad a los mafiosos con la intención de cortar por completo a los prisioneros de sus contactos criminales.

El régimen incluye visitas familiares estrictamente limitadas.

Las peticiones para que sea liberado como arresto domiciliario en sus últimos días se encontraron con furiosas protestas de los familiares de algunas de sus muchas víctimas.

Al llamado “capo de capos” no se le permitía leer diarios ni ver televisión. Además, sus visitas no podían acercarse a menos de un metro de distancia y tenían prohibido tocarlo, abrazarlo o darle un beso.

A pesar de su edad y su estado de salud, Riina seguía siendo considerado “peligroso”. Cuando en algunas oportunidades le permitieron compartir la “hora de aire con algún otro mafioso, comenzó a dar órdenes para matar a magistrados.

Los médicos aseguraron que Riina estaba “lúcido”. En una conversación interceptada meses atrás, afirmaba que “no se arrepentía de nada”. “Nunca podrán conmigo, aunque me condenen a tres mil años”, desafiaba.

El hijo mayor del mafioso, Giovanni, está cumpliendo cadena perpetua en la cárcel por cuatro asesinatos.

Para mí no fuiste Totó Riina, fuiste mi papá. Y en este día para mi triste pero importante te deseo feliz cumpleaños papá. Te quiero”, escribió el hijo Salvo en Facebook.

 

Con información de Notimex.

 

RMT