En Perú, según informes oficiales, entre 1980 y 1996 se registraron 7 mil 762 desapariciones forzadas, en 570 de estos casos se comprobó que las víctimas fueron ejecutadas extrajudicialmente.
Es un capítulo de horror que el país no puede olvidar, pero al lado de las desapariciones forzadas, las cifras de desaparecidos, gente común y corriente que salió de sus casas y nunca volvió, se ha incrementado también de manera significativa en los últimos años.
Por dar a conocer sus paraderos, no hay recompensas, en las estaciones policiales sus expedientes están olvidados. Nadie los busca, solo sus familiares.
“Ella salió con unos compañeros, como un reencuentro, según los compañeros salieron a la playa, pero no hay pruebas de eso”, dijo la madre de una joven desaparecida.
El caso de la estudiante Shirley Rivera es emblemático. Sus amigos dicen que ella se ahogó, pero su cadáver nunca fue hallado.
El caso de este padre también es doloroso. Sus dos menores hijas fueron raptadas por unos familiares y nunca ha vuelto a saber de ellas.
“Hasta este momento ya son 20 meses ya, 22 meses perdón, 22 meses, año y 10 meses, que hasta ahorita no se sabe nada y ellos andan sueltos”, dice Luis Díaz, padre de menores desaparecidas.
Como la Policía no los encuentra, sus familiares se han agrupado en una institución de socorro y búsqueda. Muestran sus fotografías, tocan puertas dejan afiches, hacen plantones.
“Estoy buscando justicia hace un año y 5 meses. No sé nada de mi hija y tengo que encontrarla”, señaló Rosario Aibar, madre de otra desaparecida.
Esta vez, han llegado al Congreso en busca de ayuda.
“Hace falta que la Policía entienda que cuando una mujer desaparece hay que buscarla. Las respuestas que han tenido estas madres, estas familias cuando han ido a denunciar es; bueno, espera un día más porque seguramente ya se habrá ido”, puntualizó la congresista Indira Huillca.
Anualmente en Perú desaparecen más de 2 mil 500 personas. La mayoría, casi 2 mil, son mujeres. Y aun cuando un 90 por ciento es hallada, es evidente que las mafias de trata están detrás de estas desapariciones.
“No puede desaparecer así porque sí. Porque me dijeron se fue y no pues señor, tiene que haber una explicación”, añadió Rosario Aibar.
Según la Policía, 30 por ciento de los menores desaparecidos, especialmente mujeres, son captados por mafias de trata. Las redes sociales ayudan a los delincuentes.
Muchos proponen por eso que al igual que en México, donde se ha creado el portal. ¿Has visto a…?, el modelo y la experiencia de comunicación se replique también en Perú.
Con información de Ricardo Burgos, Noticieros Televisa
AAE
