Las acciones de las Bolsas europeas quedaron a la saga de sus pares de Estados Unidos y cerraron el jueves en terreno negativo, tras un día cargado de reuniones de bancos centrales que no logró dar impulso a los mercados pese a que el Banco Central Europeo elevó sus pronósticos de crecimiento e inflación.
El índice europeo STOXX 600 cerró el día con una caída del 0.46 por ciento mientras que las acciones mostraban leves avances en la Bolsa de Nueva York, impulsadas por noticias de que una muy esperada ley de recortes impositivos podría ser votada en el Congreso antes de fin de año.
“El único motivo para que las acciones tengan mejor desempeño hoy en Estados Unidos es la esperanza de una reforma impositiva”, dijo Nicolas Cheron, jefe de investigación de Binck, agregando que los inversores suelen ser cautos a esta altura del año antes de lanzarse a un “repunte de Navidad”.
Reuniones de bancos centrales en Europa no depararon sorpresas. El BCE mantuvo su tasa sin cambios y ratificó sus intenciones para el próximo año, mientras que el Banco de Inglaterra también repitió su postura de que las tasas de interés probablemente solo suban gradualmente pese a que la inflación sigue por debajo de las metas.
La reacción de los mercados a estos anuncios fue mayormente nula. Las acciones de bancos, ya presionadas en la apertura por un alza de tasas en Estados Unidos que varios analistas calificaron de moderada, sufrieron un poco más.
El índice bancario europeo cayó un 0.6 por ciento, pues había poco para revivir las esperanzas de los inversores de que la política monetaria se ajustará más rápido que lo indicado. Las acciones de HSBC, BNP Paribas e Intesa fueron los principales lastres del STOXX.
La mayoría de los sectores terminó con caídas. Particularmente el de consumo masivo, con una pérdida del 1.2 por ciento de Unilever, y el de cuidado de la salud, donde Glaxosmithkline bajó un 1.8 por ciento.
Con información de Reuters
MFH
