SALUD

Servicios efectivos de salud, un reto para América Latina

Un viaje para llegar al hospital.

Una fila larguísima para obtener consulta.

Semanas para practicarse un estudio de laboratorio

Meses para tener acceso a una cirugía.

La solución está afuera.

El dolor presente.

La desesperación adentro.

Y el bolsillo, cada vez más pobre, es la única solución.

Un informe del Banco Mundial revela que financiar mayor cobertura de salud, pero que los servicios sean efectivos es un reto en América Latina.

En los últimos años, más de 50 millones de personas accedieron a algún sistema de seguridad social. Similar al Seguro Popular, pero varios millones de personas fueron orilladas a la pobreza porque tuvieron que pagar especialistas y medicinas de sus propias carteras.

Accidentes: quemaduras, caídas, fracturas. Ataques de asma, emergencias relacionadas con hipertensión y diabetes son una causa común del llamado gasto médico de bolsillo.

Cuando más de la cuarta parte del ingreso se diluye en consultas, radiografías, análisis o internamientos, eso alcanza la categoría de gasto catastrófico.

100 millones de personas cada año bajan drásticamente su nivel de vida derivado de deudas por pagar servicios médicos, según el Banco Mundial.

Esas deudas afectan la economía y el empleo del enfermo, sus seres más cercanos y la familia asociada, que presta dinero.

Un estudio en 2006 encontró que un importante volumen de las remesas es destinado a emergencias médicas.

En el caso de México, además, la presencia de un miembro con discapacidad, el cuidado de un adulto mayor o la posibilidad de que un parto se presente en casa, aumenta las posibilidades de que una familia empobrezca.

Hoy vivimos 14 años más que en 1970, pero en una evaluación sobre sistemas de salud en el mundo el reto más grande es pasar de la necesidad al acceso y del acceso a un servicio de verdadera calidad.

Con menos líneas, camas y equipos que se eficienten, pacientes escuchados en la sala de emergencia, el fin de escenarios en los que la familia no puede acceder, se empeña completa para salvar una vida y niños y jóvenes que dejan la escuela porque alguien no pudo comprar un medicamento.

 

Con información de Karla Iberia Sánchez

 

AAE