El papa Francisco mantuvo, este martes, una muy esperada reunión con la líder birmana, Aung San Suu Kyi.
El pontífice y la líder del país se encontraron en el palacio presidencial, en la capital Naypyidaw, para una reunión de 45 minutos previsiblemente centrada en la suerte de los 620 mil rohinyás que, huyeron a Bangladesh ante la represión del ejército birmano.
La líder birmana Aung San Suu Kyi dijo hoy que “el apoyo de los amigos es inestimable” en su discurso de bienvenida oficial al papa Francisco en el marco de la visita que el pontífice inició ayer en el país asiático.
Suu Kyi hizo esta declaración tras aludir a “la situación en el estado de Rakáin”, donde una operación militar contra la minoría rohinyá ha causado cientos de muertos y el éxodo a Bangladesh de más de 600.000 miembros de esa comunidad musulmana.
“Su comprensión de nuestra necesidad de paz, reconciliación nacional y armonía social nos da esperanza y nos hace fuertes”, dijo la líder birmana ante el pontífice, tras destacar que los problemas
de su país “son muchos y exigen fortaleza, paciencia y valor”.
La ceremonia de bienvenida oficial al pontífice es el principal acto en el programa de hoy del papa, que ayer se entrevistó con el jefe del Ejército birmano, general Min Aung Hlaing, en la primera
jornada de su visita de cuatro días a este país.
Según fuentes del Vaticano, el papa recordó a Hlaing -arquitecto de la operación militar contra los rohinyás-, que “el sentido de la responsabilidad” es lo que debe guiar a las autoridades en lo que
calificó de “actual periodo de transición” política en Myanmar (Birmania).
El papa Francisco tiene previsto desplazarse el jueves a Bangladesh, segunda y última etapa de un viaje en el que toda la atención se centra en la posible mediación del pontífice entre ese
país y Myanmar (Birmania) para resolver el drama humanitario de los rohinyá.
Con información de agencias.
RMT
