Hasta septiembre, la economía catalana avanzaba a buen ritmo. Agosto, a pesar del atentado terrorista, fue el mejor mes turístico del año. La confianza en los inversionistas había hecho que invirtieran un 30% más, desde enero. Sin embargo, el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia revirtió la economía catalana y la confianza de los inversionistas. Hasta el momento, 2 mil 400 empresas se han ido de Cataluña.
Rafael Merino, diputado del Partido Popular, cuestionó: “Dos mil empresas no se van de un territorio si no es por algo muy serio, ¿no?”
Pero la incertidumbre no sólo es a nivel nacional, es global. De hecho, por ejemplo, el Congreso Mundial de Móviles que siempre se celebra en la ciudad de Barcelona está pensando cambiar de sede. Y, suele dejar una derrama muy importante económica. Lo mismo está haciendo la agencia europea del Medicamento.
Felipe Sicilia, vocero del Partido Socialista, abundó que “hay muchas inversiones que, evidentemente, ante una inseguridad jurídica, que ven que puede ser posible, se están replanteando el salirse de Cataluña o no invertir”.
El turismo ha descendido un 30%, la venta de carros también y la prima de riesgo catalana se dispara. Y es que todavía hay incertidumbre a pesar de la intervención del gobierno del presidente Mariano Rajoy.
Juan Laborda, analista financiero, considera que “se está notando ya en la propia generación de empleo. Donde hay un impacto directo, en último mes, más intenso que en otras zonas del país. Y el turismo. ¿26 mil? 26 mil, eso es. Y el turismo también”.
Sin embargo y a pesar de que hoy sería inviable una Cataluña independen, muchos alcaldes independentistas siguen creyendo que no es así.
Luis Almat, alcalde de Gerona, aseveró que pueden gestionarse solos; “por supuesto, lo vamos a poder hacer, claro que sí. Yo lanzaré otra pregunta, ¿Dinamarca se puede gestionar sola, o Andorra, o Grecia, o Suiza?”
Al ser cuestionado sobre lo que harían cuando el gobierno central, desde Madrid, deje de enviar recursos a través del FLA (Fondo de Liquidez Autonómico), Almat aseguró: “nosotros tenemos nuestros recursos propios”. Señaló que, aunque “ahora es tan sencillo en cuanto al concepto; complicado, complejo, a la hora de, poco a poco, llevarlo a cabo”.
A pesar de lo que piensen algunos independentistas, lo cierto que el agujero económico que ya ha dejado la supuesta independencia catalana tiene una primera consecuencia: las previsiones económicas para el año que viene tendrán que bajar. (Con información de Alberto Peláez, corresponsal)
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