CONFLICTOS ARMADOS

La familia norteamericana rescatada del talibán abandona Pakistán

La pareja norteamericana secuestrada en 2012 por los talibanes y sus tres hijos nacidos en cautiverio abandonaron Pakistán, donde ayer el Ejército paquistaní los liberó tras recibir información secreta de Estados Unidos.

“Lo que puedo decir es que ya no están en Pakistán”, afirmó este viernes a Efe una fuente diplomática de la embajada estadounidense en Islamabad, que pidió el anonimato, sobre el canadiense Joshua Boyle, su esposa estadounidense Caitlan Coleman y sus tres hijos.

La fuente diplomática explicó que debido a que Coleman es estadounidense le está prohibido “aportar más detalles” por “la ley de privacidad” de su país, pero insistió en que lo que sí puede confirmar “es que ya no están en Pakistán”.

Según informó hoy el diario paquistaní The Express Tribune, la familia habría salido ayer hacia Canadá vía Londres en un vuelo de la aerolínea estatal Pakistan International Airlines (PIA).

El Ejército paquistaní anunció ayer el rescate de los rehenes “sanos y salvos” después de recibir información de la inteligencia estadounidense de que habían sido trasladados a su territorio a través de la zona tribal de Khurram, fronteriza con Afganistán.

Tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, mostraron su satisfacción por la liberación de la familia norteamericana y agradecieron a Pakistán el éxito de la operación de rescate.

“Éste es un momento positivo para la relación de nuestro país con Pakistán”, dijo Trump en una declaración emitida por la Casa Blanca.

Esas palabras contrastaban con las que pronunció el pasado 21 de agosto, cuando Trump afirmó que Islamabad no hacía lo suficiente en la lucha contra la insurgencia y tenía “mucho que perder” si continuaba “albergando” a terroristas.

El secuestro de Boyle y Coleman se remonta a 2012 en Afganistán, donde habían viajado como parte de un periplo por varias exrepúblicas soviéticas centroasiáticas, entre ellas Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán.

El pasado diciembre los talibanes publicaron el último video conocido de la pareja, en el que aparecían acompañados por dos de sus hijos nacidos en cautiverio, en el que pedían ayuda al presidente estadounidense, Barack Obama, y a su sucesor, Trump.

“Hoy es 3 de diciembre de 2016. Hemos esperado desde 2012 para que alguien entienda nuestros problemas (…..) Pedimos que rápido, en nuestro cuarto año de prisión, se alcance un acuerdo para que obtengamos la libertad”, aseguró entonces Coleman en el video.

La estadounidense pedía a Obama que, sabedora de la importancia que éste da a su “legado”, diese a sus captores alguna de sus reclamaciones para que pudieran “abandonar la región de manera permanente” y a Trump le solicitaba que les entregase dinero.

Por su parte, su marido rogaba en el video a los servicios exteriores de Canadá y Estados Unidos que, por el bien de sus hijos, atendiesen las demandas de los talibanes.

“A lo mejor piensan que mi familia se podría ir de aquí si quisiéramos, pero solo podemos prometer que no podemos. Probablemente subestiman la ignorancia y arrogancia de esta gente”, subrayó entonces Boyle.

 

Con información de EFE

 

AAE