POLíTICA

Justicia de Tailandia ordena arresto de la expremier Yingluck Shinawatra

El Tribunal Supremo de Tailandia emitió hoy una orden de detención contra la ex primera ministra Yingluck Shinawatra por no comparecer en la lectura de la sentencia por un caso de negligencia, al tiempo que los medios locales afirmaban que ha abandonado el país.

Fuentes del entorno de la acusada indicaron al portal de noticias tailandés Khaosod que Yingluck ha viajado a Singapur para encontrarse con su hermano Thaksin, aunque Inmigración no tiene constancia de que saliese del país.

Thaksin fue primer ministro de Tailandia desde 2001 hasta el golpe militar de 2006 y reside en el exilio, los últimos años en Abu Dabi, para eludir una condena a dos años de cárcel emitida en rebeldía ese mismo año.

El abogado de la acusada, Norawit Lalaeng, explicó a la corte que su representada se encuentra aquejada por un dolor de oído y sufre mareos, pero sin presentar certificado médico.

“Después de analizar la petición de la acusada, el tribunal no estima que esta se encuentre tan enferma como para perderse la vista, así el tribunal considera que este hecho puede implicar la huida de la acusada”, indica el escrito emitido por el Supremo.

El panel de magistrados aplazó al 27 de septiembre la lectura de la sentencia sobre la presunta negligencia en relación con un programa de subvenciones y confiscó los 30 millones de baht (900.000 dólares o 760.000 euros) depositados a principios del juicio por la acusada como fianza.

El analista político independiente Kan Yuenyong, del centro de estudios Siam Intelligence Unit, declaró que si se confirma la fuga “la percepción pública sobre ella empeorará”, ya que la gente verá a los miembros del clan Shinawatra como “calculadores y egoístas”.

La exmandataria está acusada de fallar en la supervisión de un programa de subvenciones al arroz que, según la comisión anticorrupción, causó 600.000 millones de baht (unos 18.300 millones de dólares o 17.100 millones de euros) de pérdidas y fomentó la corrupción.

Yingluck, que defiende su inocencia y dice ser “víctima” de intereses políticos, afronta una pena de 10 años de cárcel que podría ser suspendida y una multa de 35.700 millones de baht (unos 1.000 millones de dólares) en concepto de indemnización.

De ser hallada culpable, la ex primera ministra sería inhabilitada de por vida para ejercer un cargo público.

En torno a 3.000 seguidores se concentraron hoy en el exterior del tribunal para mostrar su apoyo a la exdirigente, pese al fuerte cordón de seguridad desplegado por las autoridades con unos 4.000 policías y militares.

La junta militar aconsejó a los simpatizantes de Yingluck que quedarse en casa para evitar desórdenes y en los últimos días ha supervisado los medios de transporte para obstaculizar su llegada a Bangkok desde provincias del norte del país, donde los Shinawatra tienen su mayor apoyo. La exmandataria pidió ayer a sus seguidores también que permanezcan en casa.

“Estoy convencida de que ella es inocente. Intentó ayudar al país y a los agricultores. Yo he venido de manera voluntaria desde Chiang Mai (norte) para mostrar todo mi apoyo a Yingluck y la familia Shinawatra”, declaró Phisit Suwanban, ataviado con una camiseta impresa con la foto de los dos hermanos políticos.

Yingluck llegó al Gobierno en 2011 tras ganar con mayoría absoluta las elecciones al frente del partido de su hermano Thaksin, el Phuea Thai, y dimitió en mayo de 2014 obligada por una polémica sentencia del Tribunal Constitucional, dos semanas antes de que el Ejército tomara el poder en otro golpe.

Thaksin ha ganado todos los comicios en Tailandia desde 2001 gracias al apoyo de la clase rural del noreste, a pesar de la oposición de gran parte de la clase media y las élites cercanas a la monarquía y el Ejército.

Tailandia atraviesa una profunda crisis política que la mantiene desde hace más de una década en un bucle donde se suceden protestas antigubernamentales, periodos dictatoriales encabezados por el Ejército y lapsos democráticos.

MLV