ARTE Y CULTURA

Pakistán conmemora su 70 aniversario y llama a la unidad

Pakistán celebró este lunes el 70 aniversario de su independencia del Imperio Británico y su partición de la India con llamadas a la unidad nacional, promesas para acabar con el terrorismo y guiños a China, en medio del escándalo político por la inhabilitación del exgobernante Nawaz Sharif.

Fuegos artificiales, banderas blancas y verdes con la media luna, aviones realizando acrobacias, llamados a la unidad y elogios de la amistad chino-paquistaní protagonizaron la festiva jornada en este país musulmán de 200 millones de habitantes.

A la medianoche fuegos artificiales iluminaron los cielos de Islamabad y Lahore (este), mientras las calles se llenaron de paquistaníes haciendo sonar las bocinas de sus vehículos y ondeando banderas.

En el paso fronterizo de Wagah, el único en activo entre Pakistán y la India, el jefe del Ejército paquistaní, Javed Bajwa, izó una enorme bandera de su país en un mástil de 121 metros de altura, entre los cánticos de los espectadores.

Bajwa prometió en la ceremonia “ir tras cada terrorista en Pakistán”, después de que el sábado un atentado suicida en la ciudad de Quetta (oeste) acabase con la vida de 15 personas.

En la mañana de hoy, 31 salvas en Islamabad y 21 en cada una de las cuatro capitales provinciales dieron el inicio oficial a las celebraciones, a lo que siguió una izada de bandera en el Centro de Convenciones de la capital con la presencia de las autoridades del país y el viceprimer ministro chino, Wang Yang, invitado de honor.

Un niño viste los colores de Pakistán durante el 70 aniversario de esa nación. (EFE)

Wang Yang afirmó en el discurso inaugural del acto que la amistad entre China y Pakistán “soportará el paso del tiempo y durará por generaciones”, entre los aplausos de las autoridades paquistaníes.

“Nuestra amistad es más alta que las montañas, más profunda que los océanos, más fuerte que el acero y más dulce que la miel”, entonó el viceprimer ministro, repitiendo la máxima que se ha convertido en eslogan de su alianza.

Beijing se ha convertido en uno de los principales aliados de Islamabad con la inversión de 55.000 millones de dólares en el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), ruta comercial que conectará la ciudad de Kasghar, en la provincia noroccidental china de Xinjiang, con el puerto paquistaní de Gwadar.

El primer ministro de Pakistán, Shahid Khaqan Abbasi, subrayó la necesidad de la unión nacional en su mensaje a la nación.

“Podemos pertenecer a diferentes tribus, fraternidades y etnias; podemos trabajar en diferentes esferas; nuestra visión política puede ser diferente y nuestra visión económica puede tener diferentes perspectivas, pero el interés nacional y la defensa son los objetivos de toda la nación”, indicó el político.

Abbasi fue investido primer ministro de Pakistán el 1 de agosto, después de que Nawaz Sharif dimitiera del cargo tras ser inhabilitado por el Tribunal Supremo a raíz de una investigación por los Papeles de Panamá y fue elegido por el exmandantario como su sucesor.

Tras su polémica inhabilitación, Sharif realizó una marcha entre Islamabad y Lahore de cuatro días, en la que se preguntó por qué los cuatro dictadores militares que han gobernado el país no han sido juzgados, poniendo en duda las intenciones del Supremo.

Pakistán llega así a su 70 aniversario con una nueva crisis política y sin que un primer ministro haya acabado un mandato en toda su historia, después de que su primer gobernante fuese asesinado y otro ahorcado tras ser condenado a muerte por un tribunal.

Además, la violencia islamista, que ha costado la vida a 60.000 personas desde 2002, ha disminuido considerablemente desde el inicio en 2014 de grandes operaciones militares lanzadas por el Ejército, pero el terrorismo sigue golpeando al país con asiduidad.

Al mismo tiempo, las relaciones con el vecino Afganistán no mejoran, con las acusaciones de Kabul de que Islamabad apoya el terrorismo en su suelo y da cobijo a los talibanes afganos.

Con la India, país del que se separó el 15 de agosto de 1947 tras la retirada del Imperio Británico, tampoco se producen acercamientos.

La partición del subcontinente provocó una de las mayores migraciones de la historia con 11 millones de personas cruzando las recién formadas fronteras y una masacre de entre medio millón y un millón en la violencia entre diferentes comunidades religiosas.

Desde entonces las dos potencias nucleares han librado tres guerras y varios conflictos menores, y aún a día de hoy continúan enfrentadas por la dividida región de Cachemira.

 

AAE