CRIMEN Y SEGURIDAD

Se agrava éxodo de venezolanos ante crisis humanitaria

En medio de la madrugada, al amparo de las sombras de la oscuridad, el régimen del presidente Nicolás Maduro revocó la detención domiciliaria de los dirigentes opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López.

En ambos casos, los efectivos del Servicio de Inteligencia Bolivariano actuaron con rudeza. Lilian Tintori, esposa de López, responsabilizó a Maduro por la integridad física del dirigente de Voluntad Popular.

López recién había abandonado la prisión el 8 de julio pasado. Ledezma estaba recluido en su casa desde el 2015. Ledezma compartió en las redes sociales un video que fue uno de los detonantes de su reingreso a la cárcel.

Tanto Ledezma como López fueron conducidos a la prisión militar de Ramo Verde, en la zona oeste de la ciudad. En las inmediaciones de la vivienda de los Ledezma, este muro, en el que se reclama justicia para el alcalde metropolitano de Caracas, se convirtió en mudo testigo de un nuevo acto de represión.

En el barrio La Meseta, urbanización Santa Rosa de Lima, se encuentra la casa del alcalde Metropolitano Ledezma, sus familiares salen desde muy temprano para buscar y luchar por su libertad.

En la vivienda de Leopoldo López, en la urbanización Los Palos Grandes, su familia viajó hace unos días al extranjero para preservar su seguridad. Sus vecinos, sin embargo, criticaron su vuelta a prisión.

Casa del opositor venezolano Leopoldo López. (AP)

“Bueno, es como nosotros los venezolanos lo vemos. Primero te dan azúcar y después palo. Ellos soltaron a Leopoldo López para que la gente pensara que todo se estaba arreglando y a la final terminó siendo lo que vimos otra vez”, dijo Alexis Lescano, vecino de Leopoldo López.

En opinión de observadores locales y de la propia población, pensar diferente les costó perder el beneficio del arresto domiciliario.

“Me parece un atropello porque si lo habían dejado en la casa para que estuvieran con su familia, ahora se los llevan a medianoche y no sé qué podemos hacer, es un atropello”, señaló la venezolana Flor Ángel Linares.

“No hay salida electoral, ya ves lo que pasó el domingo con la Asamblea Nacional Constituyente, confirma más que estamos en una plena dictadura”, reiteró Luis Pérez.

La Asamblea Nacional elegida por la mayoría de los venezolanos, congregada este martes, condenó también los hechos y avanzó un paso más en su postura radical frente al régimen de Maduro al desconocer por unanimidad los fraudulentos resultados electorales del 30 de julio. Reivindicó al mismo tiempo la Constitución de 1999.

“En una democracia sana, la única fuerza que puede existir es la fuerza de la ley. La única fuerza que puede existir es la fuerza del voto, la fuerza de los derechos humanos, cualquier gobierno que prescinda, que desprecie la fuerza del voto, de los derechos humanos, de la ley, ya deja de ser democracia”, enfatizó Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional.

Los ánimos de la oposición lucen ahora más enardecidos.

“Esa Constituyente fraudulenta llega roja, pero no roja por el socialismo ni por el PSUV, roja con sangre de más de 120 venezolanos que perdieron la vida y que no merecen un minuto de silencio sino el aplauso”, condenó el venezolano Juan Andrés Mejía.

El nuevo giro de los acontecimientos trajo por supuesto más tensión a la calle.

Protestan ante la Constituyente considerada fraudulenta. (AP)

Otros en tanto quieren irse del país lo antes posible. En la frontera con Colombia, entre Táchira y Cúcuta, se perfila ya una crisis humanitaria por el interminable éxodo de venezolanos. En Caracas, se forman grandes filas frente a las embajadas.

“Bueno la realidad es buscar salida de este país, del desastre que tenemos ahorita”, afirmó la señora Verónica Jiménez.

“Con esta situación del país, uno tiene que pensar en el futuro y si esto sigue como va, tocaría salir sobre todo por los niños”, comentó Zulai Fernández.

Aislado por la mayoría de países que no reconocen las elecciones de la Asamblea Constituyente y condenado por sus actos violentos, el régimen de Nicolás Maduro no parece inmutarse ante las críticas y sanciones, y alista en voz de sus propios dirigentes nuevas y más draconianas medidas represivas.

 

Con información de Ricardo Burgos

KAH