POLíTICA

Rusia exhibe moderna flota en San Petersburgo

Rusia exhibió su modernizada flota de guerra en un gran desfile naval celebrado en San Petersburgo con motivo del Día de la Armada rusa, en una nueva demostración de que el país no renuncia a recuperar su grandeza militar en medio de crecientes tensiones con Occidente.

Novísimos barcos como la fragata “Almirante Makayorov” y otros completamente modernizados y rearmados, como el submarino nuclear “Dmitri Donskoi”, desfilaron por el río Neva desde el corazón de la antigua capital de los zares hasta el golfo de Finlandia, con las tripulaciones formadas en cubierta con uniformes de gala blancos.

Unos cuarenta barcos de guerra de todas las clases y rangos, incluido el gran crucero nuclear “Pedro el Grande”, el más grande del mundo en su categoría, participaron en el gran desfile naval, el primero que se celebra en San Petersburgo desde la desintegración de la Unión Soviética.

Tras inspeccionar la flota a bordo de una lancha, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, felicitó a los marineros y oficiales “por su destreza para resolver los problemas más difíciles, por su servicio y fidelidad a la Patria y al pueblo”.

“La historia de Rusia está estrechamente relacionada con las victorias de su valiente Armada. El estatus de poderosa potencia naval del país se ha ganado con la bravura de marineros y oficiales y el talento de los constructores navales”, dijo en el discurso que pronunció frente al histórico Almirantazgo de San Petersburgo.

En vísperas del Día de la Armada, el mandatario ruso promulgó las bases de la política naval militar del país, un documento que declara que Rusia no permitirá una notable supremacía de otras flotas sobre la suya.

“Rusia mantiene el estatus de potencia naval que garantiza la realización y defensa de sus intereses nacionales en cualquier parte del océano mundial, y permite llevar a cabo una política marítima independiente”, subraya la doctrina.

“Hoy día se hace mucho por la modernización de la Armada. Nuevos y modernos navíos entran en servicio y se perfecciona la formación para el combate del personal militar”, afirmó Putin, que prometió “el pleno apoyo del Estado” al rearme y desarrollo de la flota.

Dos de los navíos más modernos de la Armada rusa -el submarino diesel “Krasnodar” y la fragata “Admiral Essen”, tomaron parte hoy en otro desfile militar, celebrado por primera vez en la historia en el puerto de la base rusa de Tartus.

Ambos participan activamente en la operación militar rusa para apoyar a las tropas del régimen de Bachar al Asad en la lucha contra grupos terroristas como el Estado Islámico y el Frente al Nusra.

La tripulación del “Krasnodar” ha atacado posiciones de los terroristas con los cohetes “Kalibr”. Desde su natal San Petersburgo, Putin destacó el papel de la Armada en la lucha contra el terrorismo, en referencia a la participación de los barcos militares rusos en el conflicto sirio.

“En la actualidad, la flota militar no solo cumple con sus objetivos tradicionales, sino que también hace un importante aporte a la lucha contra el terrorismo y la piratería”, dijo el jefe del Kremlin.

Tartus, histórico punto de mantenimiento técnico y abastecimiento para la flota soviética o rusa desde la década de 1970, se ha convertido en una base naval en toda regla tras la implicación de Rusia en el conflicto sirio.

Rusia ha comenzado este año las obras para ampliar sus instalaciones en el puerto sirio, que estará bajo su control durante los próximos 49 años en virtud de un convenio firmado entre Moscú y Damasco.

El plan de rearme integral de las fuerzas armadas rusas presupuestado hasta el año 2020 prevé adquirir prioritariamente submarinos nucleares, aviación estratégica y misiles intercontinentales.

La modernización de las fuerzas rusas coincide con uno de los peores momentos históricos en las relaciones entre Rusia y Occidente, sin precedentes desde la Guerra Fría, por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania.

HVI