CRIMEN Y SEGURIDAD

Familia de española Pilar Garrido, desesperada tras desaparición en México

En la casa de la familia de Pilar Garrido están pendientes del teléfono. Apenas duermen desde que esta española de 34 años casada con un ciudadano hispano mexicano y madre de un bebé, fue secuestrada el 2 de julio cuando regresaba de la playa a Ciudad Victoria en Tamaulipas.

La familia, asesorada por las Policías mexicana y española que están en coordinación permanente, no hizo pública la noticia del secuestro hasta hace unas horas para no entorpecer las investigaciones. En todo este tiempo los secuestradores no se han puesto en contacto con la familia para pedir rescate. Pero Raquel confía en la fuerza de su hermana Pilar.

“Mi hermana es fuerte, sabe adaptarse muy bien a las situaciones y la esperanza que tengo es que la tengan viva. Si quieren pedir dinero que lo pidan. Pero, por favor, es madre de un bebé”, dice Raquel Garrido.

Bueno, todo el pueblo de Massalaver, esta localidad que está a unos 40 km de la ciudad de Valencia, está muy pendiente de la evolución del secuestro de Pilar Garrido. De aquí es esta familia y por supuesto la familia de Pilar Garrido es la que está más pendiente y desde luego más preocupada.

Raquel y sus padres viven momentos de incertidumbre. Se solidarizan con todos aquéllos que están pasando el mismo trance.

“Sé que hay mucha gente inocente en México que está pasando por esto y me quiero solidarizar con la gente mexicana que está pasando por lo mismo que yo”, añade Raquel.

Sin embargo, en las últimas horas salieron informaciones que parecían involucrar al marido de Pilar. Jorge Fernández González trabaja como profesor universitario de seguridad y justicia. Raquel y sus padres se muestran indignados.

Al respecto Raquel Garrido puntualiza: “Él no es policía, no tiene placa. Él es instructor. Trabaja para… es funcionario (…) Nosotros como familia no sospechamos absolutamente nada de él (…) vamos a apoyarle hasta el infinito”.

También recibieron informaciones inquietantes que habían salido en las últimas horas. Según algunas fuentes pudo haberse encontrado sangre en la cajuela del carro de Pilar.

“Sobre la sangre puedo decir que la Policía Nacional de España no tiene constancia de ello”, subraya Raquel.

Horas más tarde la Policía mexicana les llamó para desmentirlo. Y sobre la versión que hace referencia a que su cuñado no habría denunciado el secuestro hasta pasadas 48 horas, la hermana de la secuestrada lo desmiente.

“A mí me consta que unas horas después del secuestro él va a la Policía estatal y lo denuncia. A mí cuando me llama por teléfono unas horas después y está allí mismo con la Policía estatal”.

Rosa, su madre, no puede contener el llanto y la angustia, de todos modos, intenta sacar fuerzas.

“Tenemos toda la esperanza mientras no se diga lo contrario. Tiempo para llorar tendremos más adelante”, dice Rosa.

Continúa la angustia de la familia, aunque no pierde la esperanza ni la confianza en la Policía mexicana y española.

 

AAE