El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, regresará este jueves a Doha para continuar sus esfuerzos destinados a desbloquear la crisis diplomática de Catar, una complicada misión en la que lleva inmerso toda la semana y que por ahora no ha producido un acercamiento visible entre las partes.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó este lunes a Kuwait, el país encargado de mediar en la crisis entre Catar y tres de sus vecinos en el Golfo Pérsico a los que se ha sumado Egipto, con el objetivo de hacer varias visitas a los países de la región para acelerar un acercamiento entre las partes.
Tillerson visitó Yeda, Arabia Saudita, para reunirse con los ministros de Exteriores de los cuatro países árabes, encabezados por Riad, que el pasado 5 de junio cortaron las relaciones diplomáticas con Catar e impusieron un bloqueo terrestre, naval y aéreo al emirato.
Los cuatro países -Arabia Saudia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin- consideraron en un comunicado que el memorándum “no es suficiente” para garantizar que Catar está comprometido a poner a la financiación de grupos radicales, uno de los motivos por los que estalló la crisis diplomática.
El cuarteto exige a Catar que cumpla una lista de trece demandas, entre las que está el cierre de la influyente cadena de televisión Al Jazeera, así como de una base militar turca en suelo catarí, y
alejarse de Irán, enemigo histórico de Arabia Saudita.
A Tillerson le gustaría dejar atrás ese esquema de exigencias y encontrar otra fórmula para acercar a las partes, aunque tampoco se ha mostrado excesivamente optimista sobre el posible éxito de sus esfuerzos, y el Departamento de Estado ha pronosticado que la crisis diplomática puede durar “meses”.
FJMM