Personal de Petróleos Mexicanos logró controlar una fuga de combustible, después de 10 horas, en el municipio de Aculco, Estado de México, originada por una toma clandestina ubicada a la altura del kilómetro 107 de la carretera Panamericana, tramo Atlacomulco-Palmillas.
José Dolores, poblador de la zona, relató que la fuga alcanzó unos 30 metros de altura y tenía la forma de un hongo; ya ha pasado dos ocasiones.
El derrame de combustible inició antes de la media noche y se extendió varios metros a la redonda, provocando el cierre de la carretera federal por la acumulación de gases.
Ante el riesgo de intoxicación, alrededor de 60 personas fueron desalojadas y reubicadas en el auditorio municipal.
José Dolores agregó que el fuerte del olor de la gasolina podría provocar intoxicación en los niños.
Agentes de la Policía Federal localizaron en el lugar una manguera conectada a la toma clandestina con la que se abastecía un contenedor con capacidad de más de 3 mil litros oculto en una camioneta de carga de tres y media toneladas, color blanco, con placas del Estado de México.
Cirilo Gutiérrez, elemento de Protección Civil de Aculco, explicó que la fuga afectó 5 kilómetros de un río, 2 hectáreas de un sembradío y 3 hectáreas de pasto.
La fuga alcanzó más de 30 metros de altura y causó escurrimiento de combustible en el río que conecta con la presa Tepozan, la más grande de Aculco.
Personal de la Conagua y Profepa acudió al sitio para tratar de contener el escurrimiento y determinar el grado de contaminación en las aguas del río.
Con información de Rosa María Olguín
BLR
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