El funeral del médico y periodista español Joaquín Navarro-Valls, portavoz durante 22 años del papa Juan Pablo II, fue celebrado hoy en Roma por el vicario general del Opus Dei, Mariano Fazio, quien destacó su “profesionalidad” y “entrega a la Iglesia”.
Las exequias del antiguo portavoz del Vaticano, que falleció este miércoles a los 80 años tras una larga enfermedad, se celebraron en la basílica de San Eugenio y participaron importantes miembros de la Iglesia Católica y familiares.
Celebró el vicario de la prelatura del Opus Dei, a la que pertenecía como numerario Navarro Valls, y en su homilía destacó la lealtad, la profesionalidad y la entrega con la que en todos estos años Navarro-Valls sirvió a la Iglesia Católica.
Estuvieron presentes en el último adiós al periodista que revolucionó la comunicación en el Vaticano los cardenales, el francés Jean-Louis Tauran; el argentino Leonardo Sandri; el estadounidense James Michael Harvey y el español Julián Herranz.
También el obispo español Juan Ignacio Arrieta Ochoa, secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos; el “número dos” de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu; el prefecto de la Secretaría para la Comunicación, Dario Viganò y el embajador español ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga.
Entre los concelebrantes el también exportavoz vaticano Federico Lombardi, mientras que una de las lecturas estuvo a cargo de Rafael, hermano de Navarro-Valls, que será enterrado en el cementerio de “Prima Porta” de Roma.
Fue el primer no italiano y el segundo laico que ocupó ese cargo, durante veintidós años y después pasó a presidir del Consejo Asesor de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma.
El 4 de diciembre de 1984, cuando trabajaba como periodista en Roma y era presidente de la Prensa Extranjera fue nombrado director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede debido a una decisión personal del papa Juan Pablo II.
Principal artífice de la modernización de la información en la Santa Sede, acompañó al papa Juan Pablo II en todos sus viajes y actos oficiales.
Estableció una fuerte relación personal con el papa Juan Pablo II que comunicaba directamente a él sus decisiones y como portavoz vaticano le tocó confirmar con gran conmoción la muerte del pontífice en la noche del 2 de abril de 2005.
El 11 de julio de 2006, después de veintidós años como portavoz del Papa dejó la dirección de la Sala de Prensa de la Santa Sede, pocos días después de acompañar a Benedicto XVI en su viaje a Valencia para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.
AAE
