POLíTICA

Europa centra sus esfuerzos en frenar la inmigración antes del sur de Libia

Varios países europeos, entre ellos España, expresaron en Roma su compromiso a ayudar a los Estados africanos de tránsito de la inmigración en el control de sus fronteras, con el objetivo de detener ese flujo antes de su llegada al sur de Libia.

“La crisis de los inmigrantes no puede ser detenida solo en las aguas del Mediterráneo. Es necesario trabajar en el sur de Libia”, destacó el ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano, en una rueda de prensa tras reunirse con homólogos africanos y europeos, entre ellos el jefe de la diplomacia española, Alfonso Dastis.

Esta intención quedó plasmada por escrito en una declaración conjunta, votada por unanimidad, que prevé un mayor apoyo a los gobiernos de los países de tránsito en su lucha contra los traficantes y en el control de sus fronteras.

En este sentido, manifestaron su compromiso a “aumentar la movilización internacional” para combatir la trata de personas, así como incrementar las capacidades de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

De esta forma, se persigue “asistir y proteger” a los inmigrantes, para lo que también se comprometieron a “mejorar los canales existentes de inmigración regular”.

Asimismo, coincidieron en la necesidad de impulsar las repatriaciones “voluntarias y asistidas” mediante una “estrecha cooperación consular y estableciendo rápidos procedimientos de regreso” de los inmigrantes a sus países de origen.

También acordaron impulsar nuevas campañas de comunicación para informar de los riesgos derivados de la inmigración irregular.

En cuanto a las medidas económicas, el ministro de Exteriores italiano anunció una serie de ayudas canalizadas a través del “Fondo para África” de su país y que superan los 30 millones de euros.

Italia invertirá 10 millones de euros en reforzar las fronteras meridionales de Libia -con Níger, Sudán y Chad- destinándolos al Fondo Fiduciario de la Unión Europea (UE) para África.

Dieciocho millones se dirigirán a la OIM para que fomente las repatriaciones desde el país norteafricano a los de origen de los inmigrantes y otros 3 millones a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para combatir a las mafias.

Alfano también mostró su deseo de implicar a terceros países de la UE y reveló que Estonia, Holanda, Alemania y Austria han anunciado nuevas inversiones para el control de las fronteras en África, que no especificó.

En la declaración se añadió un último punto para dotar de cierta periodicidad a este tipo de encuentros entre representantes de ambos continentes y se prevé que vuelvan a reunirse en febrero próximo.

En la conferencia, bajo el título “Una responsabilidad compartida para una meta común: solidaridad y seguridad”, participaron los ministros de Exteriores de España, Alemania, Austria, Estonia, Francia, Holanda y Malta, por parte de Europa.

Por África asistieron delegados de Libia, Nigeria, Túnez, Egipto, Chad, Etiopía y Sudán, considerados países de tránsito o procedencia de los inmigrantes que alcanzan -o tratan de hacerlo- las costas europeas.

Acudieron también la responsable de la diplomacia europea, Federica Mogherini; el jefe adjunto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Volker Turk, y el director de la Organización Internacional para las Migraciones, William Lacy Swing, entre otros.

Por su parte, el ministro de Exteriores español defendió la necesidad de implementar una asociación a largo plazo entre la UE y África para controlar la inmigración que llega al continente.

Ante la conferencia de Roma, que se desarrolló de forma paralela al consejo informal de titulares de Interior y Justicia de la UE en Tallin, las ONG Oxfam, Borderline Sicilia y Médicos por los Derechos Humanos pidieron a Europa un “cambio radical” en la gestión del flujo migratorio.

Entre otras cosas solicitaron a la UE no entablar acuerdos con países africanos sin que estos respeten los derechos humanos de los inmigrantes, como es el caso de Libia, donde, denunciaron, las personas que huyen de la guerra y de la miseria se encuentran un auténtico “infierno” con violencia, abusos, secuestros y torturas.

RAMG