POLíTICA

Merkel pidió explicaciones a Trump por no darle la mano

La canciller alemana, Angela Merkel, reveló este lunes que preguntó al presidente estadounidense, Donald Trump, por qué no le había dado la mano ante los periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca y que él le respondió que ya se la había estrechado dos veces antes.

En el transcurso de un coloquio organizado por la revista femenina “Brigitte” en el marco de la precampaña electoral, Merkel quiso destacar que habla claro y no se calla y puso como ejemplo la escena que se convirtió en la imagen de su primer encuentro con Trump.

Los periodistas esperaban un apretón de manos de ambos líderes en el Despacho Oval y, aunque Merkel se lo pidió al presidente estadounidense ante las cámaras, éste no respondió, una imagen en la que muchos analistas entrevieron la distancia entre ambos líderes.

Según explicó la canciller, Trump le había dado la mano al recibirla a su llegada a la Casa Blanca, nada más salir del coche oficial, y se la estrechó de nuevo otra vez en su reunión a solas.

Ella pensó que, al no darle la mano ante los periodistas, “no se iba a transmitir la impresión de cómo había sido la reunión” -“intensa, aunque también con controversias”-, y se lo dijo después, pero él le respondió que se la había estrechado dos veces.

“Y era cierto”, admitió entre las risas del público presente en el auditorio, entregado a las anécdotas de una canciller que comentó que cuando llega a un hotel lo primero que comprueba es si las ventanas pueden abrirse, si consigue conectar el aire acondicionado y cómo funcionan los interruptores.

Según explicó, sigue informaciones a través de la red social Twitter, aunque ella misma no tiene una cuenta, y para comunicarse sigue prefiriendo los mensajes de texto tradicionales a aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp.

Sobre sus relaciones con los distintos líderes mundiales, reconoce que son más sencillas cuando se comparte una base común de valores, pero resta importancia a las diferentes personalidades.

“No es un club de amigos. Se trata de defender los intereses de Alemania y sus valores”, recalcó la canciller.

 

AAE