Con la tradicional jarana, mezcla de sonidos mayas y la jota española, los habitantes de Hampolol, al norte de Campeche, rindieron un alegre homenaje a san Antonio de Padua, el santo patrono de la comunidad.
“Es lo que la gente espera todo el año y es lo regional. Si se da cuenta todos hacen el gasto de vestirse de blanco, las mestizas igual con los hipiles que es bien costoso, pero luchan y trabajan mucho para que todo el año logren tener los vestuarios”, comentó Amado Dorantes Hernández, presidente junta municipal Hampolol.
“Para mí es muy importante porque es de nuestra cultura y es algo tradicional de aquí del pueblo en honor a San Antonio de Padua”, explicó Gabriela Vázquez Collí, jaranera.
Ellos vestidos de blanco, sombrero y alpargatas o calzado chillón como se le conoce y ellas con el vestido de multicolores bordados en tela blanca, al que llaman terno, bailaron al compás de la música interpretada por una orquesta jaranera.
“Representa algo bonito, representa a mi estado, representa a mi cultura. Una emoción, emociona mucho saber bailar, saber algo de tu cultura, saber algo de tu tradición”, señaló Niñia del Carmen Aké, jaranera.
Al grito de bomba, la música calla y los bailadores lanzan al aire picarescas rimas.
Parte importante del festejo fue el baile de la Cabeza de Cochino.
“La cabeza de cochino antiguamente, los dioses antiguos se les daba como ofrenda”, aseguró Ermilo Cimá Cahuich, jaranero.
Luego de tres días de celebraciones, a feria anual de Hampolol entró a su recta final.
Con información Gustavo Sánchez
MAP
